Menú
Cultura

Jorge Yeregui firma la paz entre el hombre y su entorno

El fotógrafo afincado en Sevilla analiza la naturaleza en la exposición ‘Sobre el contrato natural’.

el 11 dic 2009 / 19:50 h.

Jorge Yeregui posa junto a una de sus últimas creaciones.

La comunidad humana, por un lado; y la naturaleza global, el planeta Tierra, por otro, firman un pacto de no agresión, un acuerdo para regular la convivencia, para respetarse. Es el escenario ideal, la utopía que plantea el filósofo francés Michel Serres en el ensayo El contrato natural, que reivindica que, al igual que existen derechos humanos, deberían existir los derechos del planeta.

"La amenaza del cambio climático ha calado de forma global en la sociedad contemporánea", explica el fotógrafo afincado en Sevilla Jorge Yeregui (Santander, 1975), que ha utilizado este corpus teórico y filosófico en su exposición Sobre el contrato natural, con la que se presenta por primera vez de forma individual en la galería Full_Art, con unas obras y un montaje especialmente concebidos para el espacio de la galería. De este modo, la muestra está articulada a través de un recorrido por sus últimos trabajos de investigación, centrados en dos temas y en cuatro series fotográficas independientes: las transformaciones en el paisaje y la relación entre ciudad y naturaleza.

De este modo, la presencia natural en las ciudades está representada por dos series: Paisajes mínimos y Sitescapes. El primero es un proyecto fotográfico "que investiga las nuevas relaciones establecidas entre el hombre y la naturaleza a partir de la divulgación del pensamiento sostenible y la proliferación de discursos respetuosos con el medio ambiente", explica el artista desde Barcelona. Así, se plantean cuestiones como los límites entre lo natural y lo artificial, el consumo energético, y la conveniencia o no de cconservar un ecosistema cuando es posible construirlo.

Sitescapes, por su parte, es un trabajo en paralelo donde se desarrolla el paradigma de "cómo en ocasiones, determinados espacios urbanos quedan al margen de la ciudad, de su orden y de su control. Ya sea porque tenían un uso acotado en el tiempo, porque han quedado obsoletos o porque resulta inviable conservarlos en condiciones apropiadas, se convierten en espacios residuales donde la naturaleza recupera su propia ley", analiza el artista, que enfrenta imágenes de insólita y abigarrada vegetación, junto a otros páramos solitarios a medio camino entre la ciudad y la naturaleza, donde las buenas y malas hierbas crecen libremente, al azar, al margen de cualquier diseñador.

La exposición se completa con otras dos series fotográficas: Paseando en un espacio natural protegido y En el camino. En la primera, "se habla sobre la manera que tiene el hombre de domesticar la naturaleza, de civilizarla y volverla accesible", a través de intervenir el territorio mediante pasarelas de acceso que además de condicionar nuestra accesibilidad, alteran visualmente ese paisaje; mientras que En el camino está inspirada en el concepto de pre-ruinas y muestra construcciones abandonadas por diversos motivos y que, expuestas en su estructura básica, son moldeadas por el tiempo y la naturaleza. "Estas construcciones inacabadas se encuentran en los márgenes de la red viaria y se han convertido en ruinas antes de cumplir la función para la que fueron concebidas", explica.

  • 1