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José Antonio Bosch es el sucesor de Porrúa

El nuevo administrador judicial ya se ha visto con Gordillo y ratifica que el objetivo es que el Betis no entre en concurso de acreedores, aunque "tampoco hay que demonizarlo", matiza.

el 16 nov 2010 / 10:04 h.

José Antonio Bosch
José Antonio Bosch Valero, un abogado madrileño de 56 años al que no le gusta el fútbol, es el elegido por la jueza Mercedes Alaya para ocupar el hueco de Juan Manuel Gómez Porrúa, fallecido el 1 de noviembre, y completar el trío de administradores judiciales de las acciones de Farusa. Bosch se une a Rafael Gordillo, con quien ya se reunió ayer mismo, y Luis Ruiz de Huidobro, al que verá hoy. Su objetivo más inmediato es preparar la junta extraordinaria de accionistas, cuya primera convocatoria, el 13 de diciembre, coincide con su cumpleaños, y su misión está muy clara: "Mantener el valor de las acciones y, si se puede, revalorizarlas", afirma.

Bosch es socio del bufete Bolonia Abogados, cuyo despacho está justo encima del de los hermanos Miguel y Adolfo Cuéllar, ambos importantes representantes de la oposición a Manuel Ruiz de Lopera. Al nuevo interventor judicial no le une vínculo alguno con las asociaciones contrarias al ex máximo accionista. Ni con Lopera, ni con Oliver ni con el consejo de administración del Betis. Bosch, licenciado en Derecho en la Hispalense, trabaja en un bufete que principalmente se dedica al Derecho mercantil y societario, aunque también es un asiduo a los casos de protección de menores, "pero de eso no se come", aclara.

El sucesor de Porrúa afronta su primera administración judicial y contará con la ayuda de una de sus compañeras de bufete que sí ha trabajado en varios casos. Bosch intervino en los casos Ollero y Arny y en los últimos años se ha ganado cierto protagonismo mediático por impugnar a la Inmaculada Concepción como patrona del Colegio de Abogados, un pleito que está en el Constitucional después de que los tribunales sevillanos y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía desestimasen su reclamación.

Ahora le espera un mundo totalmente distinto: el Betis. "Es un reto atractivo", confiesa Bosch, que ya ha empezado a empaparse de la complicada situación institucional a que se enfrenta. "He leído los estatutos, la convocatoria de la junta de accionistas, me he bajado las cuentas del Registro Mercantil... Hay un conflicto cierto, pero el Betis también va primero y en las sociedades deportivas jugar bien es un revulsivo para que las cosas se arreglen", recuerda.

Bosch llega con espíritu conciliador y quiere "que el Betis vaya de la mejor manera posible". Eso pasa por que el Betis no entre en la ley concursal, algo que ya propugnó su antecesor. "Lo ideal para cualquier sociedad es no estar en concurso, por lo que si queremos el bien para el Betis hay que evitar el concurso. Pero también quiero decir a los béticos que no hay que demonizar el concurso, hay dieciséis clubes así en España", matiza.

ALAYA ADVIERTE AL CLUB. En el auto de designación, la jueza Alaya alaba la "inestimable valía personal y profesional" de Porrúa y destaca que Bosch, como su predecesor, será el hombre fuerte del trío: cualquier acuerdo sólo será válido con su firma. La magistrada encarga a la Guardia Civil que notifique el nombramiento al Consejo Superior de Deportes y al consejo de administración del Betis, "con la expresa advertencia" a sus integrantes de que "si impidieran u obstaculizaran cualquiera de las facultades de los administradores incurrirían en responsabilidades penales".

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