Jaime Rodríguez Sacristán, Manuel Ruiz de Lopera y José León, en la junta de 2007.
El trajín de noticias, cambios y giros que se trae el Betis de Luis Oliver y Bitton Sport es un filón imposible de agotar. Pendiente aún de que el Juzgado de lo Mercantil ordene la convocatoria de una junta extraordinaria de accionistas de la que en teoría saldrá un nuevo consejo de administración, el actual destituyó ayer a José León y nombró como nuevo presidente a Jaime Rodríguez Sacristán Cascajo, hasta ahora secretario y consejero responsable de los servicios jurídicos. El abogado sevillano se convierte en uno de los presidentes más jóvenes de la historia del Betis y posiblemente también será uno de los más efímeros, teniendo en cuenta que su mandato tiene fecha de caducidad, la del día en que se celebre esa asamblea de accionistas.La marcha de León se barruntaba desde hace semanas. Ya hubo tímidos intentos de que abandonase la presidencia en las últimas reuniones del consejo y ayer se precipitó todo. La versión oficial es que el empresario nazareno dimitió, pero la realidad es que fue cesado gracias a los votos del propio Rodríguez-Sacristán, Eduardo Peña y Ángel Vergara, que a su vez aportó el voto de Francisco Nuchera por delegación. Luis Oliver, Rufino González y Antonio Álvarez se abstuvieron y Manuel Castaño no acudió al cónclave. A León le propusieron que continuara como consejero, pero el ya ex presidente se negó. Y de esta manera se termina su tercer mandato: el primero fue en 1969 (ocupó el cargo de forma interina tras la marcha de Julio de la Puerta), el segundo entre 1992 y 1996 y el último, por ahora, entre 2006 y ayer.
La maniobra no es entendida por casi nadie fuera del club. Para uno de los administradores judiciales, Rafael Gordillo, "todo es oscuridad y mentira". "Cada vez que se mueven es que están tramando algo. Todo está más que pensado y tramado, porque son expertos en esto. Pasan cosas muy raras", indicó ayer. Para la oposición, estos movimientos sólo refuerzan su tesis de que Lopera anda detrás de todo. "Jaime es el abogado de Lopera y es el loperista más convencido de todo el consejo", apuntó Pepe Tirado, presidente de Por Nuestro Betis.
El relevo en la presidencia no fue la única decisión de envergadura adoptada por el consejo. También aprobó "por mayoría" el cambio de nombre del estadio, llamado Manuel Ruiz de Lopera desde 2000. "Se asumirá el que decidan los socios por mayoría en votación pública que se celebrará coincidiendo con la celebración de un próximo partido oficial en casa", según anunció el club.
APARECIÓ LOPERA. Y justo el día en que el Betis nombra presidente a uno de los consejeros más afines a Lopera, éste reaparece. Fue a través de un comunicado en el que no habla de la remodelación del consejo sino del último auto de la Audiencia Provincial, que consideró no prescritos sus presuntos delitos entre 1993 y 1998. En su opinión, sin embargo, ese auto despeja "las dudas" sobre la titularidad de las acciones de Farusa y "deja sin fundamento las medidas cautelares que paralizaron su venta, por lo que debieran ser inmediatamente revocadas". "Un procedimiento penal que abarca hechos ocurridos a lo largo de 19 años carece de sentido y constituye una investigación general prohibida en nuestras leyes", añade Lopera, que también critica a Alaya por crear una "situación jurídica sin precedentes, excepcional, manifiestamente irregular y anómala" que es "distinta" de otras administraciones judiciales "realizadas sin alterar las mayorías accionariales" de los clubes, concluye.
