Nacido en 1961 y guitarrista de vocación, sólo tenía hasta ahora un disco en el mercacdo (De nácar, 1994), por cierto excelente. Y como acompañante, su guitarra condujo hace años el cante de Chocolate o José el de la Tomasa, por citar sólo a dos de los cantaores que quisieron viajar con él por las notas jondas.
Apasionadamente, editado por Pasarela, es algo más arriesgado que el anterior, pero no menos interesante en el aspecto musical y, sobre todo, en las composiciones.
No abundan los guitarristas que sepan componer piezas musicales flamencas sin resultar familiares, por el mimetismo que suele haber en el género flamenco, siempre tan apegado a la tradición y el legado de los maestros.
De todas las piezas creadas para esta estupenda obra, señalaríamos la soleá y la taranta como lo más novedoso, sin renunciar a la esencia, y la bulería Cuando me anamoro y el bolero Aventura de amor como lo más atrevido, aunque bien resueltos. En definitiva, una obra interesante.