Es la última página del año y la vida sigue inexorable con sus alegrías y sus penas. Al presidente del Sevilla FC, José María del Nido, impulsivo y volcánico en todas sus actividades y manifestaciones, le ha tocado vivir uno de los momentos más delicados en cuanto a su actividad profesional. Se han vertido todo tipo de comentarios y opiniones que debo respetar como espero que sepan hacerlo con la que vierto en esta página.
El ejemplo de don Ramón Sánchez-Pizjuán. Es por su actividad profesional por la que ha sido juzgado. La Audiencia de Málaga ha dictado sentencia. Soy lego en la materia y deben ser expertos y reputados juristas los que expresen su opinión. El Tribunal Supremo será quien estudie de nuevo el caso, ante el recurso presentado por el abogado de José María del Nido y conoceremos entonces la decisión final.
El tema deportivo es el que centra mi atención porque creo conocer las razones que han llevado a Del Nido a continuar al frente de la sociedad. A la muerte de don Ramón Sánchez-Pizjuán y Muñoz, con un Sevilla consolidado, el desamparo dirigente lleva al club a una dilatada travesía del desierto que alcanzan más de 40 años. Pasan presidentes con más pena que gloria y los traspiés del equipo son continuados. Descensos y ascensos y esporádicas apariciones europeas, amén de esperpénticos episodios que están en la mente de todos los sevillistas. Los accionistas que se juegan su dinero, porque así está establecido el fútbol profesional actual, quieren un dirigente que gane títulos y que logre que en los balances nunca estén los números en rojo. Lo demás, guste o no, queda en un segundo plano. Los socios que van al fútbol cada quince días y discuten en peñas y bares del club de sus amores, quieren buenos futbolistas, títulos y que no vuelvan esos viejos tiempos que erradicaron de su memoria.
Agradecimiento al presidente. Este es el fútbol actual, estas son sus dos vertientes y todo lo demás entra en un capítulo que puede ser hasta un debate ciudadano pero que al aficionado sevillista, aun interesándole, deja en un segundo lugar. ¿Y saben por qué? Pues porque han sufrido tanto, durante tantos años, soportando problemas deportivos y económicos que se aferran como un clavo ardiendo a los tiempos de bonanza y de títulos que ha protagonizado José María del Nido desde que llegó a la presidencia. Espero que lo mismo que respeto otras opiniones, las comparta o no, sepan respetar la mía. Déjenme que le agradezca al presidente del Sevilla su ayuda a los niños de la Ciudad de San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra y añado algo más: "que quien esté libre de pecado tire la primera piedra".
