El expresidente y socio número 1 del Real Betis José Núñez Naranjo, que dirigió la entidad de La Palmera entre 1969 y 1979, está ingresado en estado crítico en la Clínica Santa Isabel.
La de Núñez Naranjo ha sido una de las figuras más relevantes en la ya centenaria historia del Real Betis. Bajo su mandato, el plantel de Heliópolis alternó luces y sombras en Primera y Segunda División, aunque uno de los mayores hitos en la enciclopedia verdiblanca, la Copa de 1977, se logró con él en la presidencia y Rafael Iriondo en el banquillo.
Su vinculación con el club del Benito Villamarín nace a finales de la década de los 60, etapa de carestía económica en la que ejerce de directivo de Julio de la Puerta. Dimitió como vicepresidente en febrero de 1969. Ese año, el propio De la Puerta presenta su dimisión, originando una etapa de incertidumbre por la situación financiera de la entidad. Fue en aquel momento cuando Núñez Naranjo decidió optar a la presidencia del club, un deseo que compartió con otro bético ilustre, Leandro Fernández Aramburu. Empero, y tras una amena charla entre ambos, Núñez Naranjo concurrió en solitario al cargo, poder que alcanzó el 3 de junio de 1969.
Además de la consecusión de la Copa del Rey de 1977, el Real Betis protagonizó momentos épicos bajo su mandato. Traspasó a Quino al Valencia para sanear las arcas, modernizó el Benito Villamarín entre 1971 y 1972 con la construcción de los Goles Norte y Sur y la Tribuna de Voladizo y triplicó el número de socios en una etapa de carestía económica -de 5.000 a 15.000 abonados-. Con José María de la Concha en la secretaría técnica, el Real Betis contrató a jugadores de la talla de Esnaola, Sabaté, Cardeñosa, García Soriano o Megido. Decidió abandonar la presidencia al final de la temporada 1978-79. Fue relevado en el cargo por el malogrado Juan Manuel Mauduit.
