José Ramón López Rodríguez, un funcionario con una aquilatada experiencia a sus espaldas, pues no en vano dirigió el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla cuando éste existía (entre los años 1986 a 1992).
Fue director del Conjunto Monumental de La Cartuja entre 1994 y 1996, y ese año pasó a dirigir el malogrado Museo Casa de Murillo, sito en el barrio de Santa Cruz.
Hace unos meses el consejero de Cultura, Paulino Plata, decidió acabar con el proyecto existente de centro de interpretación en torno al pintor sevillano para destinar esos coquetos metros cuadrados como sede de la Agencia Andaluza del Flamenco.
Por suerte, las oportunidades internas que suelen propiciarse en la consejería dejaron este verano vacante la dirección del Conjunto Arqueológico de Itálica, puesto que su responsable, Sandra Rodríguez de Guzmán, optó y ha ganado la dirección del servicio de Investigación y Difusión del Patrimonio Histórico en Bienes Culturales.
José Ramón López, por su parte, optó a la plaza en Itálica y, tras el concurso pertienente, ha resultado elegido. No se trata, en cualquier caso, de un advenedizo en el mundillo arqueológico, puesto que los comienzos de López Rodríguez fueron precisamente como profesor ayudante del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Valladolid (años 1977-1985).
Y por si fuera poco, su tesis doctoral lleva por título Terra sigillata hispánica tardía decorada a molde de la Península Ibérica.En unas parcas declaraciones a El Correo, el nuevo director dice llegar a Itálica “con toda la ilusión y ganas”.
Por delante tiene varios retos ilusionantes, con el horizonte puesto en la efeméride que se celebrará en 2012, la del centenario de la declaración como conjunto arqueológico de la antigua ciudad hispanorromana, que incluirá una gran muestra sobre Trajano. Además del desarrollo del plan director de Itálica.
