Local

Jóvenes esclavizadas en un circo eran obligadas a bañarse con pirañas

Los responsables de un circo de la región de Campania (suroeste de Italia) tenían esclavizados a un matrimonio búlgaro y a sus dos hijas, a las que, presuntamente, obligaban a introducirse en una bañera con pirañas y en una vitrina con serpientes y tarántulas.

el 15 sep 2009 / 02:16 h.

TAGS:

Los responsables de un circo de la región de Campania (suroeste de Italia) tenían esclavizados a un matrimonio búlgaro y a sus dos hijas, a las que, presuntamente, obligaban a introducirse en una bañera con pirañas y en una vitrina con serpientes y tarántulas.

Según informan hoy los medios italianos, los Carabineros detuvieron el pasado domingo al propietario del circo, a su hijo y a su yerno, a los que se acusa de sometimiento a la esclavitud, secuestro y trata de personas.

Los hechos fueron denunciados por un espectador que no pudo resistir ante las vejaciones a las que eran sometidas las jóvenes y que eran contempladas por el resto del público.

La mayor de las dos jóvenes, Giusi, de 19 años, era sumergida en una bañera de agua fría con pirañas ante la mirada del público y, si trataba de escapar, uno de los jefes la retenía en la pila a empujones.

El agua fría mermaba la ferocidad de las pirañas, ya que el hábitat de estos peces carnívoros son las aguas cálidas, pero ponía en peligro la salud de la joven, que había sido operada de un tumor en el oído y a quien los médicos recomendaron que no se sumergiera.

A su hermana menor, Ana, de 16 años, la colocaban en una vitrina de cristal a la que arrojaban a continuación serpientes y tarántulas.

Éstas eran las dos atracciones principales del "Circo Marino", que recorrió varias localidades de la Campania antes de que un espectador, alarmado por las vejaciones que había presenciado, denunciara los hechos a los Carabineros.

Agentes de este cuerpo investigaron los hechos y grabaron en vídeo varias actuaciones antes de proceder, el pasado domingo, a la detención de los responsables.

A los padres de las jóvenes los obligaban a cocinar y a realizar todo tipo de tareas domésticas y, en conjunto, la familia recibía un salario semanal de 100 euros y no podía abandonar en ningún momento el circo, ni siquiera para ir al médico.

Por una situación similar habían pasado otras familias procedentes de Europa del Este que lograron escapar de la vigilancia de los encargados del circo.

  • 1