La plantilla del Betis continúa tal cual, sin regalo de Reyes para Pepe Mel ni para ninguno de los futbolistas candidatos a abandonar la disciplina verdiblanca para que así el club reduzca su masa salarial y el míster pueda organizar entrenamientos en condiciones, sin sobresaturación de hombres a sus órdenes. Huelga decir que si el Betis es capaz de conseguir dinero por alguno de los jugadores que ha colocado en el mercado, ese dinero se añadiría a la remesa de 1,5 millones que han liberado los concursales para reforzarse en enero, pero en principio la entidad no cuenta con eso. De hecho, se conformaría con quitarse de encima las pesadas losas que son las fichas de Goitia o Momo, por poner los dos ejemplos más claros.
El tercer profesional en la parrilla de salida es Juan Calahorro, el único miembro del plantel que aún no ha gozado de ningún minuto de competición. Podría pensarse que la lesión de Amaya y la reducción de la nómina de centrales a tres (Mario, Dorado y Ustaritz) podrían inducir al Betis a reconsiderar su decisión de facilitarle una cesión, pero en principio no será así. El agente de Calahorro, de hecho, estuvo ayer en el estadio tratando el futuro del jiennense, entre otras cosas, y la idea es que la próxima semana llegue a un acuerdo con alguno de los conjuntos de Segunda que lo pretenden. Además del Xerez y el Girona, el último en asomarse era el Elche, pero esa opción tiene una dificultad extra: el conflicto entre el club ilicitano y el Betis por el impago de la mayor parte del traspaso de Jorge Molina.
De todas formas, obstáculos más insalvables se han salvado en el mundo del fútbol. También parecía imposible que Ricardo Costa pudiese ser un objetivo factible para el Betis y en Heliópolis no lo descartan al 100%. El central portugués, por cierto, tampoco fue convocado por Unai Emery para el encuentro copero de anoche contra el Sevilla.
A la espera de que la dirección deportiva remate algo, el presidente se lo toma con humor. "Estamos trabajando en los fichajes, pero es un tema que no hay que pedir a los Reyes. Aun así, hemos encontrado algún morenito entre los beduinos con muy buena pinta", bromeó Miguel Guillén en la salida de la Cabalgata, donde animó a Rafael Gordillo.