Padilla ya se encuentra en la clínica Fernández-Vega de Oviedo para afrontar la inevitable evisceración del ojo izquierdo que decidieron los facultativos que le atienden en el centro sanitario asturiano. El torero conoció la noticia hace poco más de dos semanas, antes de viajar a América para culminar una intensa temporada en la que no ha acusado las secuelas del terrible percance de Zaragoza. Precisamente, el pasado domingo salió a hombros en la Monumental de México, sin delatar en ningún momento la trascendencia de la intervención que afrontará hoy.
La operación llega un año después del terrible percance que estuvo a punto de costarle la vida. Según el parte emitido por la clínica ovetense el pasado día 4 de diciembre, el torero presenta "ptisis bulbi en el ojo izquierdo por lo que se recomienda evisceración en dicho ojo".
Pero la intervención que sufrirá hoy el Ciclón de Jerez no será la última. La extirpación del ojo estará será seguida de otras operaciones en las que se implantará una prótesis en la órbita afectada y se intervendrá el párpado para asimilarlo estéticamente en su caída al del ojo sano. En esta tesitura, los médicos han explicado a Juan José Padilla que tendrá que llevar el parche al que ya ha habituado a los públicos para ejercer su profesión.
El torero fue cogido el 7 de octubre de 2011 en la plaza de Zaragoza por un toro de Ana Romero que le alcanzó a la salida de un par de banderillas atravesándole el cráneo desde la parte inferior del oído hasta el ojo izquierdo. Desde entonces ha sido sometido a un complejo rosario de operaciones para recuperar la sensibilidad facial y la audición del oído izquierdo que le han permitido volver a los ruedos y situarse en los primeros puestos del escalafón durante la temporada 2012.
