-Lo suyo parece el título de una película: el revival del productor Juan Lebrón...
-Pues sí, aquí estoy de nuevo tras haberlas pasado canutas con un cáncer que me ha tenido un par de añitos muy distraído de mis asuntos. Pero bueno, parece que estoy recuperado y aquí hay Lebrón para rato. Que lo sepan mis enemigos...
-¿Así estamos? Le veo con las pilas bien cargadas.
-Es que a mí me han dicho de todo: megalómano, visionario de tres al cuarto... Hace ya unos años, cuando hacíamos Andalucía es de cine, me preguntaban que por qué filmaba en formato cine 35 milímetros si era para verse en televisión. ‘Ya vendrá el futuro', les contestataba. Y el futuro ya está aquí. Yo vengo del mundo de la cámara y la tele, de las tripas del negocio. Y después de matar pajaritos a cañonazos, según decían mis críticos, ahora resulta que todo mi material sigue vigente y con posibilidades de sacarle partido en la alta definición, cuando todo lo que los demás han producido para televisión en 625 líneas ya ha muerto, es obsoleto.
-He leído que su situación financiera es delicada.
-Me hace falta dinero porque la empresa, con lo de mi enfermedad, ha estado unos dos años en letargo y eso nos ha generado unas dificultades de las que afortunadamente estamos saliendo. Para ello ha sido fundamental un cambio: hasta hace unos meses las producciones audiovisuales no se tasaban por los bancos, y ahora eso ha cambiado. El mercado audiovisual es una industria con un potencial muy interesante y los bancos, ante el desplome del ladrillo, se han percatado de ello. Mis producciones me las ha tasado Taxo, una filial de Tinsa.
-Y el resultado es...
-Mis activos los han tasado en 12,5 millones de euros. Eso es sólo Andalucía es de cine con el banco de imágenes y Sevilla Clásica, sin Sevillanas y Flamenco.
-Acaba de estrenarse Flamenco, Flamenco y usted no ha sido el productor.
-No hay que ver nada raro en ello. Saura y yo somos muy amigos, pero yo considero, con todos los respetos, que la buena es la original, entre otras cosas porque en ella participaron grandes del flamenco, como Camarón, que ya no están entre nosotros.
-¿Tiene algún proyecto para estas producciones clásicas?
-Sevillanas y Flamenco podrán verse en 3D. ¿Cómo le suena? Tengo ofertas de museos de arte contemporáneo que quieren las coreografías de Sevillanas y Flamenco. ¿Qué por qué? Porque son las obras de arte del futuro. Sevillanas y Flamenco probablemente sean los picassos o los mondrian de dentro de 40 años, con una ventaja: que un cuadro tiene una explotación económica muy limitada, pero una película no.
-¿Y qué es eso de Andalucía Windows, su proyecto estrella?
-Tengo alrededor de 300 horas de material sobre Andalucía, de las que la gente apenas conoce un 5%. Es un material estratégico imprescindible. Y Andalucía necesita como el comer poner en circulación ese material, sacarle partido para que millones de personas lo vean en todas partes. Por eso se nos ha ocurrido crear un contenido que estará listo en 2012, Andalucía Windows. No sé aún con qué cantidad de material saldremos, pero estamos ya en ello. Todo ese banco de imágenes lo vamos a escanear y digitalizar, pasándolo al doble de resolución. Todas las producciones que hay hechas las reharemos en ese formato. Y produciremos nuevas producciones como Paisajes de Andalucía y otras. Con Andalucía Windows pondremos en circulación el mejor material que jamás ha existido sobre Andalucía con un potencial de espectadores el primer año de 500 millones.
-¿Tiene dinero para eso?
-Ésa es la cuestión. Necesito unos cuatro millones de euros para ponerlo en marcha.
-Con la que está cayendo...
-Bueno, creo que es posible. Estamos en contacto con la Junta, el ICO y el Banco Europeo de Inversiones para conseguir préstamos a largo plazo. Necesitamos ese dinero para comprar maquinaria muy sofisticada de posproducción imprescindible para elaborar lo que queremos, evitando así tenernos que contratarlo fuera. Tener esa tecnología cuesta alrededor de 1,5 millones. Sería una inversión estratégica porque otros productores podrían utilizar esas instalaciones.
-Mientras se concreta eso, ¿hay novedad en su interés por que Martin Scorsese filme un musical de flamenco?
-Se lo he propuesto. Le he dicho que estoy en disposición de coger a los mejores artistas flamencos del momento, meterlos en un avión, llevármelos a Nueva York y preparar un musical en el Teatro Apolo. Scorsese está encantado con la idea, que tuve que parar por mi enfermedad. Sus emails siempre los termina con la coletilla That sounds terrorific!, ¡eso suena de miedo! Es el mejor director que hay vivo rodando musicales, porque además los siente.
-¿No sería un feo al Flamenco, flamenco de su amigo Saura?
-Pero el punto de vista será diferente. Y yo busco justamente el de Martin Scorsese.
