iTras dos pactos de gobierno rotos y acorralado por el resto de partidos que clamaban por su dimisión, el ex alcalde de Camas culpa a los cabecillas de su partido, IU, del clima de tensión y avisa: ni él ni sus afines dejarán el pleno.
-¿Por qué no asistió al pleno en el que se oficializó su dimisión?
-El motivo fue velar por la paz social. Mis compañeros y yo sabíamos que irían muchos exaltados y que los partidos lanzarían críticas para fomentar la crispación, en especial las del portavoz municipal de IU, Antonio Lucenilla.
-Pero al menos le llegarían esas críticas. Él pidió su acta de concejal y las de sus tres afines al creer que ya están expulsados de IU. ¿Qué harán?
-Seguimos siendo miembros de IU y, por tanto, si nos piden el acta de concejal les diremos que no. Hasta que no se pronuncie el Comité de Garantías Federal, somos de IU. Es más, hacemos la política de IU, pero sin una parte de IU.
-¿Y qué pasaría si finalmen- te se confirma la expulsión?
-Si pasa, se recurrirá a la vía judicial. Hay antecedentes de alcaldes expulsados de IU a los que la justicia les ha dado la razón, como al de Jódar (Jaén). Pero eso sí, si el comité nos deja fuera, tenemos derecho a constituir una fuerza política de izquierdas con carácter social en Camas.
-Entonces, ¿seguirá en el pleno pase lo que pase?
-Mis compañeros sí. En mi caso, si regreso a mi puesto de Policía Local sería incompatible con el de concejal. Mi intención es no abandonar el pleno, porque la historia no se ha terminado todavía.
-¿Por qué decide quedarse?
-Porque creo en otra IU y, además, no me fío de su coordinador local, Agustín Pavón. Si le damos las actas de concejal es capaz de todo. Si ya intentó una moción de censura contra mí, que soy de su partido, quién dice que no hará otra maniobra similar. Ya le conocemos y, por eso, nos quedaremos para garantizar la gobernabilidad de Camas con el nuevo alcalde, que será seguramente Rafael Recio (PSOE).
-El distanciamiento con el coordinador local fue el primer capítulo de un mandato lleno de crispación, ¿qué opinión tiene?
-Su figura ya ha quedado enterrada. Sólo es alguien que lee mucho a Maquiavelo y se dedica más a una política a su estilo que a ser buen gestor. Las diferencias surgieron al principio, cuando dijo que sería coordinador de los ediles de IU. Entonces, ¿para qué sirve el alcalde? Cuando le dije que no, empezó una guerra sucia que dividió a IU. Hay ahora militantes que me dicen que reconoce en privado su error.
-Su mandato se salda con dos alianzas rotas y lluvia de peticiones para que se fuera. ¿Cree que ha pagado la novatada?
-Se puede decir novatada, pero creo más bien que el problema fue tener independencia. Nos alejamos de predicamentos inconcebibles en IU. No es de recibo que todos los contratos eventuales fueran a parar a militantes de IU.
-Pero también tuvo en su contra al PP y, después, al PSOE.
-El pacto de gobierno con el PP se rompió porque Eduardo Cabeza quería ser el alcalde en la sombra y era inadmisible. Con el PSOE no hubo problemas de ingobernabilidad, como dicen. Su marcha se debió a directrices de partido.
-¿Cuál ha podido ser su gran error como alcalde de Camas?
-Debería haber sido más duro. Pese a que se me acusó de dictatorial, he sido blando. Por lo demás, fallos he tenido, pero no es fácil trabajar con divisiones.
