El poeta sevillano Juan Peña recopila en su nuevo libro Teselas cada uno de los fragmentos que componen la realidad, y lo logra a través de breves y pequeñas construcciones poéticas que llama teselas, como las que los antiguos romanos usaban para elaborar pieza a pieza sus famosos mosaicos.
En una entrevista a Efe, el escritor ha reconocido que en su nueva publicación "intenta aunar la poesía con la brevedad y la expresividad de la estrofa flamenca", una composición muy cercana a los haikus, greguerías o aforismos.
Cuando escribe un poema, ha explicado Peña, "necesita crear una especie de sistema filosófico unitario", que es al mismo tiempo fragmentario, porque cada estrofa guarda un significado propio, un fragmento que unido al resto componen un conjunto ordenado que es su obra, es decir, un mosaico de la conciencia humana. Respecto a esa tendencia de fragmentar la realidad, el poeta paradeño ha afirmado que "el hombre moderno vive en una conciencia fragmentaria", y en Teselas, aspira a describir la naturaleza del ser humano que es "contradictoria, paradójica y ambigua", según sus palabras.
Son las emociones de desengaño, soledad o abismo las que recorren su nueva obra, si bien la felicidad o el optimismo también brotan porque "en el fondo, la vida es contradictoria y paradójica". Peña, sin embargo, ha reconocido que, a pesar de esa contradicción existencial, en Teselas prevalece un "sentimiento de complacencia".
