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Juan Ramón Lucas: "A algunos les encantaría incluso prohibir el flamenco en Cataluña"

El periodista de RNE presentará este año el Festival de Las Minas, un certamen que visitó en 2006 y que le ha convertido en un apasionado del flamenco. No se considera purista, porque eso le suena a los «ayatolás». Sobre su polémica incorporación a RTVE: «No he amenazado con denunciar a quien diga lo que gano».

el 04 ago 2010 / 19:20 h.

-¿De dónde viene su afición por el flamenco?

-Me había asomado al flamenco como cualquier persona interesada por el arte, superficialmente. No me había llamado demasiado, hasta que mi mujer Sandra Ibarra me llevó hace cuatro años al Festival del Cante de Las Minas, a La Unión. Empecé a escuchar y a sentir. Y el flamenco, o no te entra o te entra con una fuerza que te agarra por dentro y no te suelta. Luego, el alcalde tuvo la enloquecida idea de pedirme el pregón de 2007. Yo no sabía nada de flamenco, pero insensatamente dije sí. Al año siguiente hice mi pregón, que fue ir contando mi descubrimiento del flamenco. Me aficioné y este año será un lujazo presentar el festival.

-Pasó de golpe de ser un desconocedor a un aficionado.

-No de golpe. El flamenco entra fuerte, pero debe profundizar poco a poco. Tengo familia flamenca y buenos amigos, y Sandra me ha enseñado a escucharlo. Además, gracias a la sección de Flamenco de mi programa de radio, he ido conociendo a gente y aprendiendo más.

-¿Se ve hecho un flamencólogo en unos años?

-No, por Dios. No soy ólogo de nada. Sólo soy un apasionado.

-¿Le temblarán las piernas al presentar a los artistas del cartel?

-Claro que sí. Son los más grandes. Uno es un profesional de esto, pero es como saltar al ruedo de una plaza, uno tiene miedo. El valor no es no tener miedo, sino aguantárselo y superarlo. Cuando suba al escenario de La Unión, a partir de hoy, tendré esos nervios, porque presento a Morente, Poveda, Manolo Sanlúcar, José Mercé, Israel Galván, el Ballet Nacional, Paco de Lucía, Mayte Martín... son los primeros.

-¿Se considera un purista?

-No. Yo soy un apasionado del flamenco. No quiero ubicarme en ninguna tribu. A mí me gusta Morente, que no es exactamente alguien a quien los puristas consideren especialmente, pero también Agujetas. Me gusta el que me conmueve. Hay gente que está apostando por cosas nuevas que también me gustan. No soy purista. Además, relaciono eso del purismo con los ayatolás, y me pilla lejos.

-¿El flamenco está en crisis?

-No, creo que no. Cada vez más gente lo descubre, entre otras cosas, porque hay cantaores y artistas que están saliendo de la frontera estricta del flamenco para hacer mezcla, y eso llama más la atención a la gente.

-¿Es más difícil entrevistar a un flamenco o a un político?

-[Risas] Depende de qué artista y qué entrevista. A mí me encanta entrevistar a Morente, que es un artista de monosílabos. Puedes pensar que no le vas a sacar nada, pero sus silencios, sus síes y noes dicen mucho. Entrevistar a un político puede ser muy fácil, o difícil si le tocas lo que no les gusta. Pero entrevistar a un flamenco puede ser fácil si se abren. Yo prefiero entrevistar a quien me aporta. Por eso, prefiero a los flamencos.

-El flamenco está unido a los toros. ¿Qué opina de la abolición?

-Lo que ha pasado en Cataluña es descaradamente política. Hay un grupo que lucha contra lo que honestamente cree una tortura, pero han sido abducidos por unos políticos que quieren eliminar cualquier cosa que suene a español. Ese es el fondo de la cuestión, y cualquier otra cosa es faltar a la verdad.

-¿Si esos grupos políticos pudieran, prohibirían el flamenco?

-La respuesta a esa pregunta implica muchas cosas. Voy a medir las palabras. Hay gente que con tal de borrar lo español sería capaz de acabar con cualquier cosa. Pero se puede acabar con los toros porque se puede regular por las administraciones. Tú no puedes terminar con el cante a no ser que conviertas en ilegal una manifestación artística, que es lo que han hecho con los toros, pero bueno, con el cante sería infinitamente más complicado. Habría que cerrar los tablaos, perseguir a la gente que canta... Entraríamos en una dinámica de prohibiciones terribles. Ahora, estoy seguro de que hay gente que estaría encantada de hacerlo.

-¿Cómo ve el periodismo?

-Al periodismo siempre bien, porque me dedico a ello. Los medios están permanentemente en crisis, porque buscan la verdad, que es algo difícil de encontrar y moldear. Pero tenemos un problema como comunicadores. En algunos medios han usurpado el nombre de periodismo para hacer otro tipo de negocio. Hablo de determinada prensa del corazón, no de toda. Luego hay otra cosa bastante peligrosa, que se llama periodismo en internet. Trabaja con bastante impunidad, porque entra cualquiera en un foro o en un confidencial y dice cualquier cosa, y te pueden crucificar. Deberíamos ser más contundentes contra estos problemas.

-Y al margen de lo ético, ¿tiene futuro la profesión?

-Creo que sí. Siempre ha estado en crisis. A mí me parece una vergüenza que haya gente cobrando una miseria por trabajar en los medios de comunicación. Pero eso ha sucedido desde que yo recuerdo. Ahora la cosa con la crisis ha empeorado. Además, como éste es un trabajo que atrae a muchos jóvenes, siempre ha habido un territorio incómodo en el que, si no quieres tú, viene el de atrás, y te pago poco. En ese sentido, las empresas periodísticas, todas, comparten esa forma de trabajar, que no me parece la más correcta. El periodismo tiene una enorme responsabilidad y debería estar mejor pagado.

-Ha pasado por informativos, entretenimiento y hasta realities. ¿Con qué se queda?

-Con radio. He hecho de todo. En algunos sitios he aprendido mucho, pero no me quedaría con ellos. Ahora estoy viviendo una etapa profesional dulce en la radio.

-A los sindicatos no les gusta su incorporación a RTVE. Critican que se está llevando mucho dinero cuando hay otros programas sin presupuesto... Hay un diario digital que lo denuncia. Imagino que se refería a esa impunidad...

-No voy a responder porque el tema está en los tribunales. Ellos dicen eso, y saben que no responde a la realidad. Sólo diré que, al margen de cualquier consideración, es falso que yo amenace con denunciar a quien diga lo que yo gano. Denuncio a quien mienta sobre mí en cualquier circunstancia. En internet se dice que yo amenazo. Eso es falso, pero no puedo permitir que se digan mentiras. Yo cobro menos que mis predecesores y mucho menos que en la competencia.

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