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Juguetes seguros en la cesta

Las inspecciones detectan irregularidades en el 19% de los objetos revisados

el 25 dic 2010 / 18:22 h.

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Uno de los inspectores de la Junta comprueba el etiquetado de un juguete en un establecimiento del Centro.

Comprar un juguete no es tarea para niños. Se trata de una responsabilidad que incluye revisar bien el producto antes de adquirirlo para ver que cumple con las normas básicas de seguridad y no poner en peligro al pequeño que va a utilizarlo.


El inspector de consumo de la Junta de Andalucía Fernando Longoria advierte a los padres de los requisitos que debe cumplir un juguete, al menos a simple vista. En primer lugar, es imprescindible que aparezca en la caja el nombre o razón social y el domicilio del fabricante o el distribuidor en Europa. "¿Te comprarías un vino sin etiqueta?", pregunta el inspector. También debe aparecer dónde está hecho el juguete, las advertencias e instrucciones y dos anagramas básicos: el de la Comisión Europea (CE) y un símbolo que indique la edad mínima para usar dicho producto. "Y todo debe aparecer en castellano", añade Longoria. Las campañas de inspección en jugueterías se multiplican en determinadas épocas del año, como son mayo y junio (por las comuniones) y los últimos meses del año, por la Navidad.

La tarea de los inspectores de la Junta en las jugueterías es minuciosa e incluye una revisión visual, en la que se inspecciona el etiquetado de la caja; otra manual, en la que comprueba que el juguete no tiene aristas, puntas o piezas que se desprendan; y, finalmente, una última fase en la que se toman muestras de productos para enviarlos a un laboratorio, una tarea que sólo se realiza si el inspector tiene sospechas de que un juguete no cumple la normativa. En el laboratorio se lleva a cabo un examen exhaustivo para comprobar, por ejemplo, que la pintura no es tóxica o que no se calienta en exceso si se trata de un objeto electrónico. Además, también se pueden pedir los certificados pertinentes a la empresa responsable que aparece reflejada en la caja. Pero la tarea del inspector no queda ahí. También debe comprobar que el aparato funciona correctamente, poniéndolo en marcha, y comparar después el precio marcado con el precio que se cobra en caja.


Durante la campaña de este año, la Consejería de Salud ha realizado unos 110 controles en Sevilla (500 en toda Andalucía), concretamente en 41 establecimientos comerciales. En esas inspecciones se han tomado 41 muestras y se han detectado irregularidades en un 19,5% de ellas. Además, se han constatado infracciones en 12 de las 110 revisiones, lo que supone un 11% de los productos. Estas cifras no son alarmantes, aunque cinco artículos han sido incluidos en la red de alerta, para que sean retirados de los comercios. En cualquier caso, el jefe de Servicio de Consumo en Sevilla, Andrés Nieto, reconoce que los juguetes no suelen presentar problemas de seguridad.


Durante esta campaña, los inspectores han prestado especial atención a los bazares y comercios que venden juguetes a precio reducido, según la Consejería de Salud. Sin embargo, Nieto considera que pagar un precio elevado no implica que el producto sea seguro.


Por otro lado, el jefe de Consumo recuerda que un accidente con un juguete puede producirse por el uso que se le da a éste. "El producto tiene una edad y tenemos que cumplir con unas normas de uso. Es necesario destinar cada juguete a la edad que le corresponde".


Otro consejo: pedir la factura y no perderla. Según el inspector Fernando Longoria, el ticket de compra es el "contrato" que se establece con la juguetería. Además, "todos los juguetes tienen dos años de garantía y sin factura no se puede reclamar nada", dice Nieto, que insiste: "Si no aparece el nombre del responsable, no lo compres".

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