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Juicio a la pareja de históricos de ETA, los ex dirigentes "Mobutu" y Chivite

López de Lacalle Gauna (49 años) y Chivite Berango (50), que ya han sido condenados en Francia por su pertenencia a ETA.

el 17 ene 2010 / 10:13 h.

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La pareja de históricos de ETA Félix Ignacio López de Lacalle, alias "Mobutu", y Mercedes Chivite, considerados dirigentes de la banda hasta su detención en abril de 2004, comparecen a partir de mañana ante el Tribunal de lo Criminal de París para ser juzgados por una decena de cargos.

En el momento de su arresto eran -según los investigadores- responsables de las compras internacionales de la banda armada, en particular armas, a caballo entre los aparatos logístico, político e internacional, y como tales estaban en la dirección de ETA.

Por eso fueron imputados, -entre otras cosas, y además de por terrorismo-, por receptación de extorsión de fondos, es decir, por usar para sus compras decenas de miles de euros en divisas a sabiendas de que procedían del llamado "impuesto revolucionario", el chantaje a empresarios vascos y navarros.

López de Lacalle Gauna (49 años) y Chivite Berango (50), que ya han sido condenados en Francia por su pertenencia a ETA -él cumplió su pena y ella fue juzgada en rebeldía- aparte de este proceso, programado hasta el viernes, tienen cuentas pendientes con la justicia española, que los acusa por su supuesta responsabilidad en varios atentados mortales.

La pareja de etarras fue arrestada junto al matrimonio de artistas formado por el estadounidense Ken Carter y su mujer danesa Michala Marcus, que los habían alojado, al igual que a otros miembros de la organización terrorista, lo que les acarreó una condena de dos años de cárcel exentos de cumplimiento dictada por el Tribunal Correccional de París en noviembre de 2008.

"Mobutu" y su lugarteniente cayeron en manos de las fuerzas del orden el 2 de abril de 2004 en una casa rural cerca de Angulema (oeste), apenas doce horas después de que le hubiera ocurrido lo mismo al entonces jefe del aparato logístico de la banda, Félix Ignacio Esparza Luri, a unos 300 kilómetros de distancia, y con quien mantenían una estrecha relación operativa.

En la granja se les incautó dinero en efectivo (15.000 francos suizos y más de 4.000 euros) pero los investigadores encontraron rastro, en particular en la contabilidad de Esparza Luri, de mucho más dinero que habían recibido en divisas en 2001, 2002 y 2003, que sumaría más de 110.000 euros.

También hallaron evidencia de su elevada posición en la jerarquía de ETA por los documentos de estrategia política interna que tenían y del comité ejecutivo del que se supone que formaban parte, y en el que sólo participan los responsables de los aparatos y estructuras.

López de Lacalle y Chivite tienen a sus espaldas, de acuerdo con las pruebas recopiladas por la lucha antiterrorista, un largo historial de actividad etarra.

A él le han sido imputados media docena de asesinatos, mientras ella ha sido implicada en varios atentados, algunos mortales.

De acuerdo con las autoridades españolas, ya en 1978 "Mobutu" formaba parte de un comando legal en Vitoria -de donde es natural- al que se responsabiliza de varias muertes, antes de pasar al comando "Araba" en 1980, tras una breve estancia de formación en Yemen.

Huido a Francia en 1981, se presume que asumió responsabilidad de los comandos de reserva, en 1990 la dirección del adiestramiento de los etarras, y en 1993 fue ascendido a la dirección del aparato militar.

Detenido en Tolón en noviembre de 1994, fue condenado a siete años de cárcel y, al salir de prisión en noviembre de 2000, protagonizó una rocambolesca huida de un hotel de Aubusson -descolgándose por una ventana con varias sábanas atadas- en el que estaba confinado en espera de su expulsión de Francia. Eso le valió una segunda condena de dos años y medio de cárcel en 2005.

Una vez huido, rápidamente se reintegró en la acción etarra, ayudado por su pareja Chivite, que había pasado a la clandestinidad en 1990 con el desmantelamiento del comando Nafarroa del que se considera que formó parte antes de incorporarse al Madrid.

Dentro de ese comando presuntamente participó en cuatro acciones terroristas en la capital española en las que murieron dos militares y una quincena de personas resultaron heridas.

Por su actividad en Francia desde mediados de los 90, el Tribunal Correccional de París la condenó en rebeldía a cinco años de cárcel en 1998.

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