El Consistorio ha asumido los planteamientos que la Consejería de Obras Públicas le trasladó el pasado martes sobre los proyectos de la red de Metro. No se pondrán trabas para que haya tramos en superficie, si técnicamente así se recomienda, ni para las prioridades que la Junta determine. Sobre la mesa hay ya una propuesta para que se inicien las obras de tramos de las líneas 2, 3 y 4 que permitan un enlace con la 1, en lugar de impulsar sólo una línea -la 3- de forma inicial. De esta forma, varios barrios de la ciudad verían cómo el suburbano llega a sus calles incluso antes de las elecciones. No sería, como pide el PP, una construcción simultánea de todas las líneas, lo que provocaría un "caos de tráfico", como subrayaron los dos socios de gobierno, ni implicaría que todos los tramos fueran bajo tierra. En zonas como La Palmera se impone, de momento, el criterio de que sea en superficie.
En este principio de acuerdo basa el grupo municipal socialista su rechazo de la propuesta planteada ayer en el Pleno por el PP. La oposición reclamó una construcción simultánea de toda la red, y que en todos sus tramos sea subterránea, como ya planteó en el Parlamento el pasado jueves. PSOE e IU votaron en contra. En primer lugar, por la imposibilidad de iniciar todas las obras a la vez. "Hacerlo de forma simultánea implicaría construir 50 estaciones, la más pequeña de 12 metros de longitud y cerrar al tráfico hasta 67 calles en zonas. Sea cual sea la fórmula de construcción, no se podría circular en superficie", explicó el delegado de Movilidad, Francisco Fernández. El primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, se expresó en términos similares: "Si cuando coinciden 14 obras y dos pasos inferiores el PP dice que la ciudad es un caos, ¿qué ocurría si se hacen tres líneas de Metro con sus paradas todas a la vez?".
El portavoz de IU -formación que aprobó una moción con términos similares a la del Pleno de ayer en el Parlamento- reclamó un modelo de gestión pública de las líneas 2, 3 y 4 y abrió las puertas a que haya tramos en subterráneo con una argumentación que vinculó ambos debates: "¿Tendría el mismo interés la derecha en que el Metro vaya bajo tierra en el Centro si no fuera una gestión privada? Habría que llegar a más de 60 metros de profundidad y realizar una obra de una inversión muy elevada".
El planteamiento de los dos socios de gobierno se resumió en la enmienda que plantearon y que fue rechazada expresamente por el PP: "Instar a la Consejería de Obras Públicas a licitar y construir las líneas 2, 3 y 4 de Metro en función de su capacidad para mejorar la movilidad, así como elegir el sistema constructivo conforme al mayor grado de consenso con los vecinos". Tras estos términos genéricos se esconden dos planteamientos: algunos tramos en superficie e iniciar las obras de varias líneas a la vez.
El PP rechazó esta propuesta y exigió un compromiso firme "donde no haya prioridades, sino que se inicie la ejecución de todo a la vez". Su portavoz, Juan Ignacio Zoido, se apoyó especialmente en las movilizaciones de la Plataforma Metro en Sevilla Este ya, que ayer ya difundió un comunicado censurado la actitud de los socialistas por frenar la construcción simultánea de líneas y por abandonar la línea 2, que pasa por este distrito.