El vicepresidente primero bromeó sobre la posibilidad de que su primer apellido, Pérez, se extinga, aunque quiso dejar claro que "no es justo", ni "igualitario" que, en caso de disenso entre los padres, sea el apellido paterno el primero, como establece el Código Civil. Rubalcaba recordó que en 1999 el Gobierno del PP cambió el Código Civil e incluyó una cautela "absolutamente sensata" por medio de la cual los progenitores pueden escoger el orden de los apellidos del hijo. Sin embargo, en caso de que éstos no se pongan de acuerdo, es el apellido del padre el que prevalece, según matizó el vicepresidente primero del Gobierno.
Este último punto es el que para el Gobierno "no cabe en la Constitución", puesto que la Carta Magna habla de que hombres y mujeres son iguales, también en los apellidos, añadió Rubalcaba. A esta cuestión de principios, el vicepresidente destacó que el Gobierno "no va a renunciar". Sin embargo, el Ejecutivo sí "está abierto" a modificar que, en caso de desacuerdo, sea el orden alfabético el que prime y señaló que los grupos parlamentarios en las Cortes "pueden dar una solución diferente" a ésta. "Puede haber otro más sensato", reconoció el vicepresidente.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró que el cambio de la ley es "una liebre que ha soltado el Gobierno" para no "meterle mano" a las reformas que, a su juicio. También ironizó con su apellido y el del presidente: "Va a haber muchos Aguirres y pocos Zapateros".