Cofradías

Juventud divino tesoro

el 13 mar 2013 / 22:44 h.

Han pasado dos días y todavía persiste el sentimiento de honda satisfacción que nos produjo, a cuantos tuvimos la enorme dicha de presenciarlo, el Pregón Universitario pronunciado en el Paraninfo de la Universidad Hispalense por el cofrade Ignacio del Rey Molina. Resultó sorprendente, por inusual, que un joven de tan sólo veinte años hubiese sido capaz de hilvanar un texto de tantísima altura, aderezado con una impecable puesta en escena digna de los mejores comunicadores. Y lo que es más importante, consiguiendo lo que sólo está al alcance de unos pocos elegidos: combinar a la perfección la profundidad del mensaje con la belleza literaria, la originalidad de la trama argumental con puntadas de una poesía vibrante y hermosa. Un texto, en definitiva, que cautivó a un abarrotado auditorio desde el mismo momento de su arranque hasta ese amén con sabor a Silencio que fue su brillantísimo epílogo. Al salir del recinto universitario fuimos muchos los que pensamos que, con jóvenes así, no está, ni mucho menos, todo dicho en el mundo de los pregones, un género que, pese a determinados agoreros (muchos de los cuáles darían lo que fuera por colocarse tras un atril) no está, en absoluto, agotado.

Y con ese regusto, parecido al que dejan las buenas faenas -esas que se recuerdan una y otra vez- aguardamos, expectantes, a la mañana del Domingo de Pasión. Será entonces cuando otro joven cofrade anuncie la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo según esta bendita ciudad de Sevilla. Cuando estas líneas vean la luz, Francisco Javier Segura Márquez se encontrará ya en Capilla -como los toreros antes de la lidia en el precioso oratorio que existe en el coso del Baratillo-, a las puertas mismas de ese patio de cuadrillas que le conducirá al Teatro de la Maestranza tras un paseíllo inolvidable, envuelto en ese capote de paseo que son las pastas del Pregón, aquellas que abrigan sus sueños y sus emociones, sus sentimientos y sus vivencias. Todo aquello que el Pregonero está dispuesto a compartir con todos los cofrades sevillanos. Otro joven tras el atril. Bendito futuro.

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