Nadie es capaz de frenarle. Once goles en los ocho últimos encuentros ponen de manifiesto el estado de gracia de Frederic Kanouté. Con el de ayer, alcanza a Davor Suker, que marcó noventa -incluidas todas las competiciones- defendiendo la camiseta del Sevilla. Sólo tres jugadores han logrado superar la barrera de los cien goles en la historia de la entidad: Juan Arza, Guillermo Campanal y Juan Araújo.
Un selecto club al que entrará tarde o temprano el franco-malí, cuyo futuro -o, en el peor de los casos, venta millonaria si alguien le seduce- se ha asegurado el Sevilla dándole acceso a otro selecto club: el de los mejor pagados del plantel. Viendo su rendimiento, llevando al equipo hacia la Champions, nadie le puede decir que no se gana el sueldo. ¿Merece también Jiménez su contrato visto lo visto?
Kanouté vuelve a ser el auténtico refente del juego del equipo. Ayer hizo lo que no consiguió hacer ningún otro jugador en el Nuevo Colombino, tanto del Sevilla como del Recreativo: perforar la portería. Su gol vale como el oro en un partido que no vio al mejor Sevilla. La clasificación para la Liga de Campeones, a falta de nueve jornadas, queda aún más cerca y esto, a su vez, hace que el Sevilla se sienta cada vez más fuerte. Su inmimente serie de duelos contra los mejores del campeonato promete. La afrontará en una situación privilegiada. Se avecinan días de emociones fuertes para la afición.
Varios de esos encuentros deberá disputarlos lejos del Sánchez Pizjuán. Ayer, el equipo de Manolo Jiménez logró su octavo triunfo a domicilio en Liga, igualando así el registro firmado por el Sevilla de Luis Aragonés en la temporada 94/95 y por el de Juande Ramos en la 05/06. La próxima salida será a Mestalla, luego al Camp Nou y, más tarde, al Madrigal. ¿Será capaz de responder allí también? Tal como está en estos momentos, apostar contra el Sevilla de Jiménez puede ser un mal negocio. Mientras se habla y habla de su futuro, la figura del técnico se refuerza con victorias y más victorias.
