La red social virtual Facebook también ha llegado al mundo de la cocina, en el que ha salido vencedor el archiconocido Karlos Arguiñano, cuyo sitio tiene más de 3.000 fans frente a los escasos 300 de Ferrán Adrià.
Sin embargo, no es comparable a los más de 40.000 fans con los que cuenta el famoso cocinero inglés Jamie Olivier, cuyos programas de televisión se han visto en todo el mundo y, ni mucho menos, con los 3,5 millones de partidarios que ha conseguido adherir Obama en su espacio en esta red social.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha conseguido adhesiones de casi 9.000 usuarios del Facebook, frente a los 638 de Mariano Rajoy, y es que esta red, creada en 2004 por Mark Zuckerberg como sitio de encuentro de los estudiantes de la Universidad de Harvard, ha tomado fuerza este año en nuestro país.
Entre sus nuevos adeptos españoles se suman ya casi dos millones de personas, que reproducen su entorno social, familiar y amistoso en internet, asumiendo lo bueno y lo malo que esto supone.
Y, si no, que se lo digan al colaborador de Obama, Jon Favreau, cuyas fotos en Facebook parodiando a la que será la secretaria de Estado, Hillary Clinton, le costaron un disgusto.
En el Facebook español por ahora lo que más sobresale es el humor, especialmente en el apartado gastronómico, pues son muchos los usuarios que crean grupo de adeptos, especialmente del más televisivo, Karlos Arguiñano.
Sus fans le proponen para lehendakari y, aunque parezca una locura, esta opción va registrando ya más de un centenar de adeptos.
Lejos está esta opción de la que se puede ver en los perfiles de otros cocineros de Reino Unido o Estados Unidos, en donde, incluso se toma el Facebook como una forma de comunicar los acontecimientos que marcan la vida del chef.
Este ha sido el caso de Grant Achatz, el principal cocinero de vanguardia en Estados Unidos, cuyo "muro" o página principal de su perfil, está plagado de mensajes de ánimo frente al cáncer de boca que le diagnosticaron hace un año.
Son muchos los usuarios que crean grupos para poner en común sus puntos de vista, como los estudiantes de hostelería, para mostrar la afición a un plato como la tortilla de patata o simplemente para dejar clara una afición, como la de ir de cañas.
"Iba a tomarme una caña y me lié" es un grupo de tertulia en el que los usuarios -casi 60.000- comentan los azarosos días en los que se empieza con una "cañita" y se acaba, un martes cualquiera, con el octavo gin tonic.
