El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, tiene "la sensación" de que el estado de salud de la rehén colombo-francesa de las FARC, Ingrid Betancourt, es mejor de lo que indican los rumores que han circulado.
"Con respecto a su estado de salud, que debe estar degradado por supuesto, tenemos la sensación no sólo de que está viva sino de que se encuentra mejor de lo que se ha dicho", afirmó hoy el jefe de la diplomacia gala en la televisión "LCI".
"Puedo estar equivocado", matizó, sin embargo, el ministro, al día siguiente de que miles de personas se manifestaran en París y otras grandes ciudades de Francia para pedir la liberación de la cautiva de la guerrilla colombiana desde hace más de seis años.
Kouchner no precisó en qué se basa para creer que el estado de salud de Betancourt es mejor de lo que hacían pensar los rumores que han circulado en Colombia y en Francia en las últimas semanas.
El propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó hace casi una semana que la rehén corre "peligro de muerte inminente".
"En todo caso, hacemos todo como si debiéramos liberarla inmediatamente", afirmó Kouchner, y señaló que la misión humanitaria enviada por Francia a Colombia sigue esperando una señal de las FARC.
La misión, en la que participan también España y Suiza, llegó con un avión medicalizado a Bogotá el pasado jueves.
El objetivo declarado de la misión es contactar con las FARC y conseguir acceso a Betancourt, con el fin de aportarle ayuda médica en la selva.
Las FARC han estado "seguramente muy desorganizadas por los ataques asestados por el Gobierno y el Ejército colombianos. Por tanto, hará falta más tiempo. Seguimos esperando" una señal, dijo Kouchner.
Las gestiones a favor de Betancourt y otros rehenes de las FARC se perfilan como el tema estrella del almuerzo de trabajo hoy en París entre Sarkozy y la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
La mandataria argentina participó ayer en la "marcha blanca" de París por Betancourt y, al llamar a eliminar "los obstáculos" a su liberación, pidió al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, que "facilite un canje humanitario".
