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La abuela del Vacie cumple 116 años

María Díaz Cortés, probablemente la mujer más anciana de España cumplirá hoy los 116 años acurrucada en una pequeña habitación de su chabola del Vacie, donde ha pasado casi toda su vida. Aunque el Ayuntamiento dijo estar estudiando su situación hace dos meses, sigue viviendo en una casa sin agua caliente. (Foto: El Correo)

el 14 sep 2009 / 22:14 h.

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María Díaz Cortés, probablemente la mujer más anciana de España, cumplirá hoy 116 años acurrucada en una pequeña habitación de su chabola del Vacie, donde ha pasado casi toda su vida. Aunque el Ayuntamiento dijo estar estudiando su situación hace dos meses, sigue viviendo sin agua caliente.

Le han regalado una tarta, así que podrá intentar soplar las velas para celebrar tan memorable fecha, aunque su hija Dolores cree que no va a darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor. María casi no tiene fuerzas para sostenerse derecha, aunque come con apetito las magdalenas, sopas y zumos que le da con paciencia Dolores. "Para mañana tengo ahí papas y pollo, supongo que comeremos eso", dice la hija, de 72 años, que vive con su madre y cuatro familiares más de la escasa pensión de 300 euros que cobra la anciana, que no le dará para hacer hoy ningún alarde festivo.

"Pon en el periódico que necesita sábanas y mantas, que hace mucho frío", dice la hija, después de volver a dejar descansar a María en su pequeña cama, donde se arruga bajo un pequeño cobertor.

Amigos de la familia intentan tramitar para ella las ayudas que debería garantizarle la Ley de Dependencia y, a ser posible, algún regalo que le alegre hoy el día de su cumpleaños. Pero entretanto, la mujer subsiste casi todo el día acostada, en una chabola destartalada por culpa de la humedad, con los suelos levantados y una manta como puerta. Eso sí, con televisor.

Allí pasaron la Nochevieja, "con uvas y como pudimos", explica Dolores, que sentó a su madre en el salón para que disfrutara un rato de la compañía de toda la familia, aunque ella no quiso comerse sus uvas. "Dile a los políticos que si piensan darle una casa digna cuando se muera, que entonces ya no hará falta, que cuando hace falta es ahora para que mi madre viva bien los años que le queden", se quejaba ayer su hija, después de explicar que "nadie", ninguna administración pública, se ha puesto en contacto con la familia en los últimos dos meses.

El pasado mes de noviembre, cuando se supo que la que probablemente sea la mujer más mayor del país vivía en una chabola sin agua caliente ni luz, el Ayuntamiento alegó que conocía la situación y que estaba estudiando concederle una vivienda protegida, como reclamaban sus parientes.

El consistorio ya les había ofrecido plaza en una residencia, pero la familia se había negado tajantemente porque "para los gitanos los viejos son sagrados y no los mandamos a asilos", explicaba Dolores. Desde entonces no han tenido ni una noticia más. Su situación sólo ha mejorado porque han logrado arreglar la luz de la vivienda y pueden poner estufas, aunque continúan sin agua caliente. Para bañar a "la abuela", como la llaman todos, calientan el agua metiendo la resistencia de una freidora en una cacerola.

María nació en Granada el 4 de enero de 1892, aunque muy pronto se mudó a Sevilla, al casarse. Su marido levantó con sus propias manos su primera chabola, pero al quedarse viuda, todavía joven y con cinco hijos, tuvo que trabajar en el campo. Su familia ha ido cambiando de chabola, siempre en el Vacie, donde ella se desenvolvía con autonomía hasta hace sólo tres años, pese a su avanzada edad. Hoy su contacto con la realidad son las voces de su hija, nietos y bisnietos, que le hablan a voces porque ya no oye bien. Ella a veces responde, con voz tenue y casi siempre ininteligible.

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