Mirando de cerca a los Aceitunos, los personajes-aceituna creados para que los niños piensen más en el fruto del olivo que en los gusanitos del kiosco de ahí al lado, nadie diría que vienen en son de paz. Quieren ser saboreados y masticados. Ir desvaneciéndose en el tracto digestivo hasta desaparecer por completo. Son legión. Los profesionales de la nutrición recomiendan tomar siete al día. Pero ellos, los Aceitunos, saben que cuando inoculan su virus -mezcla de aceite, vinagre y un aliño en constante mutación- la víctima los ingiere compulsivamente.
¿Siete? Querrán decir 20 o 30. ¿Quien se puede resistir a no dejar más que unos cuantos trocitos de rama en el plato cuando miran implorándo con su mirada ser atravesadas con esa máquina de asesinato perfecto conocida como muelas?En la mañana de ayer la carpa instalada por Interaceituna en la Plaza de San Francisco recibía a los primeros prepúberes cuyos profesores habían decidido que, en vez de matemáticas o ética para la ciudadanía, ayer era mejor que descubrieran la vida y milagros en ocho tomos con tapa dura de la aceituna.
A la sazón, la clave final se antoja sencilla: cómo ingerir educada y a la vez como descuidadamente el máximo número de ellas sin que tus contrincantes de mesa se percaten de que están siendo volatilizadas a una velocidad de tres aceitunas juntas por cada masticación satisfecha.Aprendida la teoría, un chef que comparte sus fogones entre Canal Sur y Canal Cocina, Sergio Fernández, les enseñaba la práctica. Esto es, lo explicado anteriormente pero con algún grado más de fineza en la confección y final ejecución del plan. Ningún niño quitaba ojo de las sin hueso. Está claro que entran mejor que las ecuaciones.
"Si, de entrada, no te gustan, tal vez deberías darle una oportunidad preparada de otra manera", aconsejaba el cocinero. Porque la aceituna como ingrediente en otros platos mayores es casi tan desconocida por estos lares como el poder refrescante del tereré paraguayo.Ante tal despliegue mediático en favor de esta cotidiana delicatessen uno puede preguntarse si hacía falta tanto despliegue para promocionar un manjar que por estos lares dan gratis en la mayoría de las barras.
"Mucha gente desconoce sus propiedades nutricionales o piensa que las aceitunas negras salen así del árbol", lamentaba Rocío Vázquez, gerente de Interaceituna, en cuyos ojos ayer parecían brillar euros pensando en que cada uno de los 300 niños que pasarán por aquí convenzan a sus papás en la próxima visita familiar al supermercado de traerse una latita más de la cuenta de aceitunas a la alacena de casa. Ubicadas en el nivel 2 de la pirámide nutricional -en la misma zona donde aparcan las zanahorias, las espinacas y las manzanas Golden-, las olivas "son parte de la Dieta Mediterránea" -sea lo que sea eso-, según la portavoz de la Asociación Defensora de la Aceituna.
Si no estuviera todavía convencido, debe saber que hablan español, gustan al 99,99 por ciento de la población-el 0,1% ha confesado comer altramuces en la intimidad- y su composición nutricional alberga sustancias queridas como el acido oléico que ayuda a minimizar el impacto de grasas poco saludables.Además, aporta hidratos de carbono y proteínas en pequeñas cantidades, en concreto un gramo y 0,8 gramos por cada 100 gramos, respectivamente. Una cantidad de 25 gramos de aceitunas (ni más ni menos, las siete aceitunas del principio) aporta 0,28 gramos de sodio aproximadamente. Si no se ha perdido entre tanto dato, de la carpa de Interaceituna saldrá con una meta: engullirlas, devorarlas.
¿A quién se le ocurrió la diabólica idea de orquestar una exposición de aceitunas? Aquí las encontrará rellenas de ajo, almendras, berenjenas, guindillas, jalapeños, limón, pepinillos y hasta de pimientos al tabasco. Sólo hay un problema: una infranqueable barrera se interpone entre usted y ellas. Unos odiosos tarritos de cristal las conservan y, encima, dos azafatas no le quitan ojo. Si jamás pensó en robar la Gioconda cuando fue al Louvre, le prometemos que aquí se pensará muy seriamente distraer uno de estos botecitos. Suerte.
DE UTILIDAD
Qué: La aceituna sale al encuentro de sus consumidores presentes y futuros.
Dónde: En la Plaza de San Francisco está instalada la carpa de Interaceituna. Hoy, de 10.00 a 20.00 horas y mañana, día 13, a partir de las 13.30 horas. Entrada libre.
Más información: La instalación alberga una zona didáctica, otra de cata, una lúdica y también showcooking con tapas preparadas con aceitunas. Puede encontrar más información de la campaña visitando la web www.interaceituna.org.
