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La acusada de matar a su bebé y esconderlo en un cajón admite que pudo haberle salvado

el 19 oct 2009 / 14:02 h.

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La mujer acusada de dar a luz a un bebé y esconderlo muerto en un  cajón, en un piso de Barcelona, admitió hoy que pudo haber hecho algo  por salvarle la vida, aunque recalcó que en ningún momento le golpeó  ni le hizo daño y que no sabía que era indispensable anudar el cordón  umbilical tras el parto.

"Sabía que podía salvar la vida de mi hija y no lo hice, claro que  me sentía culpable" en ese momento, declaró hoy Marilina C. en  respuesta a las preguntas de la fiscal.

Durante el juicio con jurado que tuvo lugar hoy en la Audiencia de  Barcelona, Marilina C. explicó que a pesar de haber manifestado a su  familia que había abortado, el día del parto quería tener al bebé,  pero no pidió ayuda porque creía que podía tenerlo sola y porque  sentía vergüenza por haber mentido.

En su escrito de acusación, la Fiscalía pide 20 años de cárcel  para la acusada por un delito de asesinato con alevosía y agravante  de parentesco, ya que el bebé murió pocos minutos después de nacer.

El 23 de marzo de 2008 la mujer dio a luz sola en la habitación de  su piso, donde se encerró sin atender la llamada de sus familiares y  escondió al bebé en un cajón después de que muriera desangrado, según  el escrito de la fiscal.

En su declaración en el juicio, Marilina C., paraguaya de 24 años,  explicó que por primera vez acudió al Hospital Vall d'Hebron de  Barcelona el 7 de marzo porque tenía contracciones, pero que después  de explorarla le dijeron que estaba de 35 semanas y se fuera a casa  porque todavía no era la hora de dar a luz. Entonces fue cuando  engañó a su hermana y su cuñado --con quienes convivía--, así como a  otros familiares, asegurando que ese día había abortado.

El día del parto, la hermana y su cuñada lograron entrar en la  habitación después de que la acusada estuviera allí encerrada durante  horas. La encontraron "pálida y con pulso débil", y con mucha sangre  en la habitación, aunque creyeron que era una hemorragia por la  intervención, según la cuñada que testificó hoy en el juicio. Los  hermanos de la acusada se negaron a declarar, visiblemente afectados  y muy nerviosos.

Marilina C. mintió también a los médicos del Hospital Vall  d'Hebron diciéndoles que la placenta que todavía conservaba en su  interior era por un aborto que acababa de tener en un camino de Tiana  (Barcelona), localidad donde trabajaba.

Según confirmaron en el juicio los médicos que la atendieron, les  dijo que había enterrado allí el cadáver, por lo que se montó un  dispositivo de búsqueda que duró varias horas, hasta que finalmente  ella confesó a dos agentes de los Mossos d'Esquadra que el bebé  estaba en su armario.

La acusada alegó que no quería preocupar a su familia con su  embarazo y que por ello no lo contó hasta el octavo mes, cuando  además les aseguró que quería abortar. Poco después mintió sobre  ello, aunque según su testimonio, no sabe muy bien por qué lo hizo.

No obstante, según Marilina C., su hermana y su cuñada la apoyaron  en todo momento, tanto si decidía seguir adelante con su embarazo  como si no.  

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