Freire, Emilio, Torres, Ramón y Magaña, en el Alcázar con la imponente Torre de San Pedro al fondo. Foto: Aurora Díaz. Caminar por Carmona es bucear en la historia de una ciudad milenaria. Sus calles son testigo de la agradable rutina del Alcázar de la Puerta de Sevilla o el imponente Barrio de San Blas, en cuyo regazo cobija a una de las hermandades más genuinas de la zona, la Expiración. El Correo de Andalucía ha pulsado la opinión de los nuevos referentes de la AD Carmona en los días previos del debut de un torneo en el que los del Pepe Olías, que repiten presencia en Primera Provincial, buscarán conquistar el ascenso a la competitiva Regional Preferente, una categoría de la que se ausentan desde la 08-09. Paco Torres ha acudido al rescate de una entidad sometida a un proceso de transición después de su brillante concurso en la experiencia precedente. La categoría del Carmona es la Preferente, pero debemos ir paso a paso, dice Torres, el técnico encargado de dirigir a una plantilla con una media de edad de 21 años. Hemos perdido mucho potencial y hay mucha juventud, pero intentaremos rendir al 200%, apunta con tono de voz conciliador. La implicación de los jugadores, que en su mayoría integran la junta directiva que asesora Rafael Freire, es total. No tenemos el apoyo que nos gustaría de nuestra afición, lamenta Freire, uno de los hombres fuertes del ejecutivo carmonero. Una ciudad como Carmona no puede tener 75 socios, señala mientras gesticula. El día que jugamos la LIII edición del Trofeo Virgen de Gracia contra el Mairena hicimos 12 euros de taquilla, lamenta. Torres y Freire son dos voces autorizadas en la historia de la AD Carmona, un conjunto que enamoró a la provincia en los dorados años 80. De eso hace ya mucho, ahora el viento no sopla así, matiza Torres, exjugador del club y entrenador por vocación. En su discurso subyace el cansancio por combatir el inmovilismo del fútbol en la localidad. A la gente la motivaremos poco a poco, apunta el interior Ramón, uno de los emblemas del vestuario. A su lado, el lateral zurdo Magaña y el mediocentro Emilio. Somos una plantilla muy joven, pero vamos a dar mucha guerra, subraya un Magaña sonriente. Ya llevamos muchos años intentando subir. Sé que este va a ser un buen curso, insiste. Del Pepe Olías han emigrado Mario y Unai al Lora, Carlos al Cerro, Chiqui a La Barrera, Manolito a la Estrella y Pichi al Guadajoz, pero en Carmona confían en los jóvenes veteranos para recordar los tiempos de vino y rosas.