Hay mensajes que por repetidos y machacados no pierden validez. La industria aeronáutica se los conoce bien, aunque no por ello los ponga en práctica.
Desde hace años resuenan los ecos del llamamiento a las pymes, sobre todo sevillanas y gaditanas, que son las que conforman el eje aeronáutico andaluz, a dejar atrás recelos y temores y a crecer ganando dimensión. Toca unirse, pero de verdad, porque en caso contrario, las pequeñas empresas que queden aisladas de ese proceso sólo tendrán un camino, la desaparición. No es un mensaje apocalíptico, sino la extrapolación de lo que queda por llegar.
Por un lado, la tendencia clara y transparente de los grandes contratistas como Airbus y Boeing a reducir drásticamente el número de proveedores. En el caso del primero, ha pasado de contar con 160 subcontratistas en el superjumbo A380 a precisar de los servicios de 70 para su nuevo A350. Boeing, más de lo mismo. Si le proveían 22 empresas para el 777, en el caso del 787 la cifra se ha reducido a cinco.
Son algunos datos que ofreció Juan Manuel Tejada, responsable de Política Industrial de CCOO-A, en el marco del Foro Aeronáutico de Andalucía que organiza la Escuela de Ingenieros de Sevilla.
Es una de las claves de la estrategia 2020 de Airbus. Objetivo, reducir el número de proveedores a menor coste. Airbus ya advirtió de que, para 2015, el 65% de sus compras las hará en dólares, con el perjuicio que ello supone para las empresas de la Zona Euro. Andalucía, por tanto, no quedará al margen.
Hay que abrir nuevos mercados. Pero también destacar entre los demás: o se invierte en I+D+I o se busca la excelencia en áreas como la aviónica y la electrónica o hay que fusionarse. El sector está inmerso en una reestructuración que no tiene vuelta atrás y toca adaptarse o morir.
Ojo con los países emergentes, que vienen empujando con fuerza y reclamando su hueco en la industria. Y con países como la India o China no se puede competir en costes laborales, enfatizó Manuel Ponce, secretario general de Metal, Construcciones y Afines (MCA) de UGT Sevilla.
Cierto que el sector andaluz ha crecido exponencialmente en empleo y facturación en los últimos años, pero también que están empezando a surgir dificultades en empresas tradicionales del sector andaluz. Es un primer aviso.
Para aunar voluntades y diseñar una estrategia común que afronte tanto desafío para el futuro se ha diseñado un plan de acción para el sector aeroespacial andaluz, ya consensuado con los agentes sociales y la Junta de Andalucía.
A falta de su presentación formal, se desbrozaron algunos objetivos y la industria auxiliar tendrá que reinventarse buscando más internacionalización y nuevos nichos de mercado, así como posicionarse en los emergentes, aprovechar que aquí está el centro de montaje y entregas del A400M y del resto de aviones de transporte militar y de misión para ser referentes en este segmento de aeronaves y mejorar la competitividad.
Para ello, será imprescindible reforzar la cualificación y formación de sus trabajadores y directivos, fortalecer la imagen del sector andaluz y saber dotar lo que se hace de valor añadido.
Urge una FP reglada para atender a la industria
En el diagnóstico de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades del sector, los representantes sindicales hacen especial hincapié en la necesidad de promover una Formación Profesional reglada que atienda los requerimientos del sector, para lo que instaron a la Consejería de Educación a abordar con urgencia este planteamiento.
Tanto Manuel Ponce como Juan Manuel Tejada incidieron en que es una cuestión que debe concertarse con las universidades de Sevilla y de Cádiz -donde se concentra el tejido industrial aeronáutico- para reconocer esas titulaciones, así como cursos de FP ocupacional.
