La temporada 2008 en la plaza de Sevilla no podía terminar de otra forma. Y esta séptima suspensión en una misma campaña ha vuelto a certificar la imperiosa necesidad de buscar una solución definitiva para evitar que cualquier chaparrón pueda dar al traste con la celebración de un festejo y deje impracticable el ruedo aunque no llueva durante el espectáculo.
La famosa lona, además, volvió a brillar de nuevo por su ausencia con lo que la lluvia empapó a placer el bizarro y tradicional albero al que ahora se ha puesto en la picota como chivo expiatorio de los males del coso del Baratillo.
En cualquier caso, en esta ocasión la suspensión no supuso un disgusto serio para nadie. Si en los reducidos círculos de la afición hispalense había caído como un tiro que una corrida de rejones cerrara la temporada en la otrora prestigiosa fecha del 12 de octubre, también se había derramado un serio chaparrón en la taquilla de la Maestranza que hacía que, a estas alturas, el inevitable plato de caballos se le hubiera indigestado a todos.
De todas formas, una vez más, se espero sin demasiado sentido hasta la tarde -haciendo acudir al público para nada- para suspender el festejo a pesar de que a mediodía las previsiones meteorológicas estaban claras y casi nadie cercano a la empresa o la autoridad apostaba ya lo más mínimo por su celebración.
A las 12 se había sorteado con normalidad, acordando una definitiva inspección del ruedo para las cinco de la tarde, hora en la que la autoridad, la empresa y los actuantes -cuando el sol empezaba a brillar sobre Sevilla- acordaron la suspensión de este festejo de rejones en el que estaban anunciados Andy Cartagena, Diego Ventura y Leonardo Hernández con reses de Fermín Bohórquez.
De esta manera se consumó la que ha sido la séptima suspensión de un festejo en un mismo año en la plaza de la Maestranza. Siete suspensiones que han generado una encendida polémica entre los aficionados y los medios especializados por la ausencia de cualquier tipo de infraestructura que permita paliar los efectos de la climatología, tal y como ha demandado recientemente la Unión de Abonados en un comunicado.
En este sentido, el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza, Alfonso Guajardo Fajardo, señalaba hace escasas fechas que según un estudio encargado por el Real Cuerpo, "la mejor solución para el albero es la lona". En contraposición con esta opinión, el empresario Eduardo Canorea siempre ha sostenido que el uso de la lona tiene "más inconvenientes que ventajas". .