La energía nuclear se está poniendo de moda, al menos así se desprende de la propuesta formulada ayer por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que en la Cumbre del Clima de Poznan (Polonia) planteó la necesidad de levantar 20 plantas nucleares al año.
En la petición también se específica que son necesarias 18.000 nuevas turbinas de viento y 30 plantas de captura de carbón al año, es decir, una revolución en el sistema energético, para estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en 450 partes por millón y limitar el aumento de temperatura a dos grados centígrados, según indicó el director ejecutivo de la AIE, Nobuo Tanaka. Esto significa que buscan un nuevo trato o new deal de "energía verde" para revolucionar el sistema energético si el mundo quiere afrontar el cambio climático, según publicó ayer el diario El País en su versión digital.
"Sin medidas adicionales, las emisiones de gases de efecto invernadero crecerán un 97% en 2030 y eso implica un aumento de seis grados de temperatura. El mayor aumento de emisiones procede de plantas de carbón de países de fuera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), como China e India. Esto no es sostenible", afirmó Tanaka para defender que el mundo necesita una revolución energética.
"El 54% de la reducción de emisiones procede del sector de la energía para llegar al escenario de 450 partes por millón", señaló. Ése es el nivel de concentración de gases de efecto invernadero en el que teóricamente el aumento de temperatura se limitaría a dos grados centígrados. Actualmente, la concentración de gases de efecto invernadero es la mayor en 650.000 años debido a 150 años de quema de combustibles fósiles. Estos gases retienen parte del calor que atrapa la Tierra y calientan el planeta. Tanaka manifestó a El País que el actual precio del petróleo es un espejismo. "Volverá a subir y tenemos que acostumbrarnos a precios altos". La AIE también apuesta por los planes para capturar el CO2 en la chimenea de las centrales de carbón y enterrarlo bajo tierra. "La captura de CO2 debe ser un mecanismo de desarrollo limpio", el sistema por el cual los países ricos se pueden descontar emisiones en los países menos desarrollados mediante inversiones.
