El menor de 15 años detenido el pasado domingo, dos días después que Miguel y Samuel, fue trasladado ayer al juzgado que lleva el caso pero sólo como testigo, ya que él será enjuiciado por un órgano de Menores. Luego, la Policía lo trasladó hasta el piso de León XIII donde se produjo el crimen para realizar con él una segunda reconstrucción de los hechos, en la que coincidió en lo esencial con lo relatado por Miguel el día anterior, incluido el lugar donde Marta fue golpeada y les pareció muerta: el dormitorio de Miguel, una especie de cuarto trastero, lleno de chismes, ya que por entonces el chaval ya vivía en Camas con su novia.
El juez de Instrucción 4 anuló los juicios que tenía ayer para atender una causa "con personas privadas de libertad", como alegó por escrito ante los implicados en los otros procesos, que fueron aplazados. El texto en el que pedía su comprensión especificaba que se trataba del caso de Marta del Castillo. Además, a las doce del mediodía interrumpió la declaración durante unos minutos para bajar a la concentración prevista por la huelga que mantenían ayer los jueces.
El menor llegó desde el centro de internamiento en el que está recluido por encubrimiento a las 9 horas y entró a declarar sobre las 11 horas. Tres horas después salió del juzgado, con protección policial, para ser trasladado en un coche camuflado de la Policía hasta el lugar del crimen, al que llegó precedido de la comisión judicial. Esta vez la reconstrucción duró poco más de 20 minutos. Los primeros policías llegaron al lugar en torno a las dos de la tarde, y a las dos y cuarto comenzaron a llegar unidades de antidisturbios que acotaron varias manzanas para evitar que, como ocurrió el lunes, una muchedumbre exaltada se reuniera allí para armar jaleo.
El menor llegó vestido con pantalones verde militar y sudadera blanca con rayas naranjas a los lados, y entró con la capucha sin echar y entre abucheos, aunque en esta ocasión la Policía había impuesto un perímetro de seguridad tan amplio que prácticamente impedía la vista y no había muchos espectadores. Aún así, se escucharon gritos de "asesino" a la entrada y salida del piso, en el que pasó poco más de 20 minutos, en los que explicó su participación esa noche. Su versión fue muy parecida a la de Miguel en lo esencial, incluido el lugar de la muerte de Marta, el dormitorio de Miguel. Allí fue golpeada, y allí se encontraron también rastros biológicos que se usarán para señalar a Miguel.
