La caridad, la beneficiencia y la ayuda a quien más lo necesita pasan a un primer plano en los segundos presupuestos de la era Zoido. La persistencia de la crisis ha hecho que el Ayuntamiento renuncie a toda inversión que vaya más allá del parcheo o la conservación –arreglo de calles, colegios o sedes municipales–, pero también le ha llevado a reorientar las prioridades. A la vista de la elevada cifra de parados (91.627 en noviembre ), le quedaban dos salidas: la puesta en marcha de un plan de empleo, tal y como le ha reclamado insistentemente la oposición; y/o preparar un plan extraordinario de asistencia para muchos sevillanos que no sólo no están sin trabajo, sino que carecen de dinero para llevar un plato de comida a su mesa.
El PP ha escogido para 2013 esa segunda vía en exclusiva, renunciando al plan de empleo que vincula, desde hace meses, a la enajenación de La Gavidia. La piedra angular de los presupuestos se sostiene, por lo tanto, en un Plan especial de Apoyo Social cuantificado en siete millones, incluyendo subvenciones para colectivos vulnerables, partidas para cubrir “necesidades de alimentación” y convenios específicos con Cáritas, Cruz Roja o Banco de Alimentos.
Esta último entidad se ha convertido en una de las banderas a las que se ha agarrado el Gobierno municipal para llevar a la práctica esta iniciativa. No sólo emprende campañas como la iniciada recientemente en los talleres de los distritos de la capital para captar alimentos, sino que ese respaldo se traduce en dinero: frente a los escasos 30.000 euros del año en curso, el Consistorio consignará 500.000 euros para que el Banco de Alimentos desarrolle su labor en 2013. La razón de este repunte se justifica en que esta entidad social “distribuye alimentos a prácticamente todas las restantes entidades de la ciudad”, tal y como explicó ayer la delegada de Familia, Asuntos Sociales y Zonas de Especial Actuación, Dolores de Pablo-Blanco.
Pero no es el único. La partida para comedores sociales crece en 230.000 euros, con lo que prácticamente se duplica el dinero que llegará a San Vicente de Paul (Pumarejo), la cocina económica de la Virgen del Rosario de Triana o los comedores sociales a cargo de la hermandad de Bellavista o la Orden de Malta. Hasta se reservan nuevas cantidades para el comedor de Torreblanca o catering sociales de Tres Barrios Amate y Su Eminencia, que recibirán 60.000 euros, o Polígono Sur, que se llevará el doble: 120.000.
La segunda pata de esas aportaciones se basan en ayudas de emergencias y convenios con entidades que llevan años dedicadas al auxilio social, pero que en estos tiempos de crisis han cobrado un papel protagonista. Cáritas recibirá 350.000 euros frente a los más de 100.000 euros de 2012, destinados a sus iniciativas y, en especial, a su proyecto Centro Amigo, que se dedica a la acogida y acompañamiento de personas en situación de exclusión social grave, que recibe el triple de dinero. Cruz Roja, por su parte, percibirá gracias al convenio con el Consistorio cuatro veces más que en el actual ejercicio: la aportación municipal pasa de 100.000 a 400.000. Cruz Rojas y Cáritas están incluidas en un pata del Plan de Apoyo Social que tiene prevista la concesión de tres millones de euros para acometer ayudas de emergencias gestionadas por los servicios sociales de la ciudad o bien a través de estas entidades. Con esa partida, el Ayuntamiento prevé paliar situaciones de urgencia social como cubrir necesidades básicas como la alimentación e higiene o vestimenta básica, así como prestación para el alojamiento de familias o para la inserción social.
En esta clave de inserción laboral, el Gobierno local ha incorporado a sus cuentas para 2013 una convocatoria extraordinaria de subvenciones para colectivos vulnerables. De Pablo-Blanco indicó que la dotación de esta convocatoria es de 2,3 millones y se empleará a apoyar proyectos que trabajan con personas en riesgo de exclusión social para su futura inserción socio-laboral. En esa línea, se ha duplicado la partida para potenciar la atención de menores en situación de riesgo, que recibirá esta vez medio millón de euros.
Estas cuantías son el mascarón de proa del proyecto municipal para 2013. No en vano, cuando presentó hace una semana el documento presupuestario, la delegada de Hacienda, Asunción Fley, incidió mucho en este plan valorado en siete millones de euros. Al hilo de ello, De Pablo-Blanco se aventuró a afirmar que se trataban de los presupuestos “más sociales” de este Ayuntamiento, marcados “por la austeridad en el gasto superfluo, algo que no afecta a los asuntos sociales, además de por la optimización de los recursos”, con el objetivo de “ayudar a quien más lo necesita”. Esa reorientación se percibe al comprobar que partidas que quedarían escasas en áreas municipales como la Gerencia de Urbanismo –la rehabilitación de Santa Catalina, por ejemplo, recibirá 250.000 euros–, tendrán un efecto multiplicador.
En ese sentido, esta delegación manejará un presupuesto total que aumenta en un 8% con respecto a 2012, pasando de 65 a 70,2 millones. De ellos, 36 millones –siete más que el presente ejercicio– proceden de los recursos propios del Ayuntamiento, ya que el resto proceden de subvenciones de otras administraciones. Dentro de esas transferencias recibidas figuran 26 millones que la Junta de Andalucía entrega al Ayuntamiento de Sevilla para los servicios de ayuda a domicilio. El Consistorio no entró tanto en valorar la cuantía –que es algo inferior a la presupuestada en 2012– como en recordarle a la Administración autonómica de que “adeuda aún 7,5 millones”.
Más allá de estas grandes cifras, los presupuestos en asuntos sociales sí que, al menos, mantienen el tipo. Las cuantías que no experimentan incrementos siguen inalterables un año después como se refleja en partidas del Plan Municipal contra la Drogodependencia, en convenios como el del Economato Social Siglo XXI o la convocatoria de ayudas sociales de Sevilla Solidaria, que se mantiene en 813.000 euros. Así, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, dibuja su plan de contingencia para salvar un año con visos de seguir siendo castigado por la crisis.
