Aterrizó en la Costa del Sol en un día nublado y declaró que venía a "descansar", alejada del tremendo revuelo mediático en torno a sus vacaciones. No se sabe si la dejarán. Michelle Obama, junto a su hija Sasha y un grupo de amigos, se instaló ayer en una villa de lujo en la localidad de Benahavís. Perseguida por una enorme expectación mediática y rodeada de fuertes medidas de seguridad -la acompaña un equipo diplomático y un dispositivo formado por agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Local- optó por pasar la tarde paseando por el casco histórico de Marbella entre miradas curiosas de los vecinos y los comerciantes. Cenó en un restaurante del pueblo. Hoy en su agenda le espera la Alhambra y un espectáculo flamenco.
Está previsto que la mujer del presidente de Estados Unidos y su hija menor se desplacen a Granada para visitar algunos de los lugares más turísticos de la ciudad, como la Catedral, el tradicional barrio del Albaicín y la Alhambra, según confirmaron a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento, que pidió que se la trate como "a una turista más". La familia Obama comenzó ayer sus vacaciones en la Costa del Sol.
El avión que las trasladó llegó a las 10.30 horas al aeropuerto de Málaga. Desde el aeródromo, una caravana formada por una quincena de vehículos se trasladó hasta el hotel Villa Padierna. Llegaron en medio de un fuerte dispositivo de seguridad y la esperaban más de un centenar de periodistas. Cada noche en este alojamiento vale 5.000 euros.
La visita a Granada será "estrictamente privada" por expresa petición de Michelle. La primera parada será la Catedral. Pese a la petición de "normalidad", fuentes de la Subdelegación del Gobierno consideran "bastante probable" que durante la visita se corte el paso de tráfico rodado en Gran Vía para facilitar las labores de los agentes. Después, la comitiva se desplazará hasta el barrio del Albaicín, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La visita por el centro histórico acabará en el barrio de Sacromonte, del que destacan los espectáculos flamencos. Para terminar realizará un paseo nocturno por la Alhambra. El propietario del hotel en el que se hospedan, Ricardo Arranz, manifestó que la esposa del presidente norteamericano se mostró "encantadora", como una turista "normal", y comentó que ella tenía "muchas ganas de conocer el hotel y sus jardines", informó Efe. Arranz añadió que la primera dama viene "a descansar" y no quiere tratamiento especial.
El concejal de Turismo de Marbella, José Luis Hernández, criticó que se utilicen términos como "catetismo" para referirse al recibimiento y defendió que la localidad lo vivió con "absoluta naturalidad". La esposa del presidente norteamericano permanecerá en España hasta el domingo día 8, estancia en la que tiene previsto visitar a los Reyes en Mallorca.
