El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) presentó ayer la obra de la artista jiennense Cristina Lucas titulada Alicia (2009), una enorme escultura de dos piezas que ha sido donada al CAAC por la galerista Juana de Aizpuru y por la propia artista. Esta escultura fue creada con motivo de la candidatura de Córdoba a Capital Europea de la Cultura y fue instalada en 2009 en uno de los famosos patios de la ciudad.
Juana de Aizpuru explicó a los medios que esta obra la realizó Cristina Lucas para este proyecto que comisarió Gerardo Mosquera, y que consistía en la elección de 30 patios a cada uno de los cuales se adjudicó una artista internacional, entre las que fue seleccionada Cristina, a la que le dieron un patio. Cuando acabó nos la devolvieron y estaba almacenada; y luego pensé que dónde mejor que en el CAAC, así que vinimos hace mes y medio a buscarle un sitio y aquí se quedará, apunta la galerista, toda vez que resalta el poder de adaptación de esta pieza.
Alicia representa una figura femenina gigante cuyo rostro y brazo derecho escapan por las ventanas de una casa donde parece haber quedado atrapada. De esta forma, la pieza pretende, por sus enormes magnitudes, inundar el espacio y transmitir al espectador la contundencia física de la metáfora creada por el escritor Lewis Carroll en su famosa obra Alicia en el país de las maravillas, al mismo tiempo que plantea un ejercicio de escultura anti-monumental en relación con el espacio que la acogía.
Durante el acto de presentación, en el que también participó el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes, y Gerardo Mosquera, Cristina Lucas señaló que Alicia es un personaje de la literatura sin dimensión, toda vez que afirma que no tiene espacio, no tiene tiempo y no tiene moral. Así, continúa, poner a esa pequeña niña en un patio de Córdoba significó visibilizar de alguna manera unas circunstancias concretas que a veces la vida pública de las mujeres puede tener, como es sentirse atrapadas en un entorno que es demasiado pequeño para ellas; pero, de alguna manera, el gigante dormido puede echar a andar en cualquier momento y romper las ataduras, añade.
Además, la artista aseguró sentirse muy contenta por cómo funciona tanto en este patio grande del CAAC como en el patio pequeño en Córdoba esta escultura, que es observada pero también es observadora de todo lo que sucede a su alrededor, en la Cartuja, donde hay un arte moderno pero también muy antiguo. De este modo, concluye que esta Alicia nos trae esta ambigüedad de la no moral, al tiempo que afirma que es un personaje que se ha ganado su presencia aquí.
Por último, Mosquera calificó de gran idea esta donación al CAAC. Asimismo, destacó la presencia en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de la que es para él una de las artistas españolas más importantes de este momento, que además es andaluza, y, por lo tanto, me parece el hogar definitivo para esta obra. Igualmente, dijo estar asombrado por lo bien que queda en el patio, pese a que la pieza fue hecha para un patio cordobés más recoleto.
De Aizpuru ya donó el año pasado a este museo obras de su propia colección de artistas como Juan Suárez, Nuria Carrasco, Gerardo Delgado, Rogelio López Cuenca, José Ramón Sierra, entre otros.
