La fiesta que ha preparado el Madrid para celebrar la Liga ante su afición en el estadio Santiago Bernabéu está a expensas de la decisión final de los jugadores del Levante, que mantienen su huelga.
Todo está preparado para la celebración del nuevo título de Liga del Real Madrid en el Bernabéu. Pero la fiesta está aún en el aire por la amenaza de huelga del Levante. La plantilla blanca, con todo, ha preparado el encuentro como si se fuese a disputar.
Bernd Schuster, que respeta a los futbolistas del Levante pero que ha afirmado que el Real Madrid "no merece que no vengan a jugar, ni quedarse sin partido", ha convocado a todos sus jugadores para que disfruten de la fiesta. Ningún jugador madridista aparece en el parte médico y con la recuperación final de Fernando Gago y Gonzalo Higuaín, el técnico alemán podrá elegir entre toda su plantilla.
El equipo titular es una auténtica incógnita por la posibilidad de que salgan al campo los jugadores que han disputado menos minutos a lo largo de la temporada. Y sólo hay un puesto asegurado, el de Jordi Codina, tercer portero.
Raúl González, el capitán, recogerá el trofeo de Liga como el inicio de una fiesta a la que acudirá la afición del Real Madrid con el deseo de ver el partido, pero consciente de que habrá celebración pase lo que pase.
Mientras, los jugadores y el cuerpo técnico del Levante han insistido durante toda la semana en que si no se encontraba una solución definitiva a los problemas de cobro no se jugaría el encuentro. De hecho, ni siquiera han preparado el partido.
El equipo que dirige José Ángel Moreno tiene previsto viajar a Madrid y presentarse en el Santiago Bernabéu, aunque a partir de ese momento sus planes exactos son una incógnita. Por lo pronto, el equipo se ha desplazado junto a un asesor jurídico.
La plantilla levantinista podría verse apoyada por su conjunto filial, que, ya descendido a Tercera división, ha amenazado con no viajar a Castelldefels, donde los locales se juegan la permanencia en la categoría.
