Economía

La andaluza Dcoop se une a la manchega Baco para gestar un gigante alimentario

La cooperativa agraria que surja será la segunda en España por ventas, con 700 millones, y abarcará desde aceites hasta vinos, pasando por aceitunas o cereales.

el 11 abr 2014 / 23:32 h.

Viñedos ubicados en la comunidad de Castilla-La Mancha y pertenecientes a una de las cooperativas vitivinícolas que integran el Grupo Baco. / EL CORREO Viñedos ubicados en la comunidad de Castilla-La Mancha y pertenecientes a una de las cooperativas vitivinícolas que integran el Grupo Baco. / EL CORREO Si ya de por sí era una grandísima compañía agroalimentaria, la operación ayer anunciada convierte al grupo cooperativo andaluz Dcoop –que lideran Hojiblanca y su omnipresente directivo Antonio Luque– en gigante de la alimentación en España. En concreto, se fusionará con el grupo bodeguero –y también cooperativo– Baco, de Castilla-La Mancha, que es el mayor del país en comercialización de vino. Sus números hablan por sí mismos: una facturación conjunta estimada en 700 millones de euros anuales –depende de la climatología– y la friolera de 72.000 socios. Justo un día después de haber sufrido la decepción de una mayor presencia accionarial en la aceitera Deoleo, propietaria de marcas tan reputadas como Carbonell y Koipe, Dcoop parecía sacarse tal espina fraguando una operación que le confiere el definitivo salto nacional, más allá de las fronteras andaluzas. Tanto como para erigirse «en la primera cooperativa multisectorial» de España. Su catálogo incluye: aceite de oliva (con marcas como Dcoop, Hojiblanca, Cordoliva, Tierras Altas), aceitunas de mesa (Acorsa, Alisa, Carmen), salsas y mayonesas (Musa), vinos de las denominación de origen Sierras de Málaga (Montespejo) y Málaga (Carpe Diem), vinagres (Dcoop) y ahora un amplio catálogo de caldos tintos, blancos y rosados, sangrías y tintos de verano de Baco (con etiquetas Dominio de Baco, Don Pedro, Molinos de Dulcinea, Olalá o Abadía). Sin olvidar, tampoco, las secciones de ganadería (piensos), suministros (agroquímicos, abonos, fitosanitarios), cereales y créditos concebidas como servicios para los miles de socios. Es más, el de Dcoop es el ejemplo más claro de concentración cooperativa que se ha protagonizado en Andalucía, y que sigue abierto a la incorporación de más sociedades agroalimentarias. Desde la propia Consejería de Agricultura animan a seguir por esta senda: movimientos para conferir una mayor dimensión al tejido empresarial rural. «Supone un paso más hacia la creación de entidades dimensionadas que sean capaces de responder a los retos del mercado y tener mejores oportunidades para sus agricultores y ganaderos, como así ocurre en los países del norte de Europa. Y este acuerdo conlleva sumar más esfuerzos consolidando la nueva Dcoop hacia la gran cooperativa española», señalaron ayer las protagonistas mediante un comunicado donde confirmaban el inicio de las negociaciones que habrán de conducir a la fusión. Dentro de Dcoop se gesta una división específica de vinos, gestionada por Baco y sin pérdida de marcas, que «estará abierta a la adhesión de más socios». Palabras éstas que se interpretan como una llamada a otras firmas vitivinícolas que, como en Castilla-La Mancha, sufren problemas de comercialización y excedentes. La aportación de Baco: 70 millones de euros de facturación anual, 1,5 millones de hectolitros y 25.000 hectáreas de viñedos. «Con el acuerdo de nuestra asamblea se inicia el camino de un proceso que dará lugar a una gran cooperativa agroalimentaria, sólida, viable, sostenible, capaz de ofrecer producciones propias de calidad a los consumidores y dar repuesta a los retos actuales del mercado para garantizar la renta de nuestros agricultores», indicó el consejo rector (el quivalente a un consejo de administración) del Grupo Baco. Dcoop cuenta –directamente o a través de entidades relacionadas– con cerca de 500 trabajadores en su decena de centros de trabajo, al tiempo que es propietario del 9,96 por ciento de Deoleo. Con esos 700 millones de euros de facturación, la nueva entidad fusionada sería el segundo grupo cooperativo del país, tras el ganadero Coren, que roza el listón de los 1.000 millones, quitando ese puesto a AN (agrícola y ganadera), que el año pasado se quedó en los 672 millones. En el caso de Andalucía sería –ya lo es– el primero, seguida de la láctea Covap y la hortofrutícola Única Group. EN DETALLE Dcoop. Cooperativa alimentaria de segundo grado con sede social en Antequera y socias distribuidas por toda Andalucía que suman 65.000 agricultores y ganaderos a través de 120 sociedades. Es líder mundial en cosecha oleícola con más 250.000 toneladas al año y, con 67.000 toneladas, es una de las principales productoras de aceituna de mesa. Sus cooperativas no son sólo andaluzas, sino que ya tiene una amplia presencia en Castilla-La Mancha en aceite. No sólo integra cooperativas, sino que tiene múltiples alianzas agroalimentarias (por ejemplo, con la familia Moreno para mayonesas y salsas Musa). Baco. Bodegas Baco es el mayor grupo cooperativo comercializador de vino de Castilla-La Mancha. Cuenta con más de 7.000 socios y 25.000 hectáreas de viñedo repartidas por toda la comunidad (Toledo con cuatro sociedades, Ciudad Real con otras tantas y Cuenca con una). Baco integra una producción de más de 180.000.000 millones de litros de vino y mosto que se comercializan tanto a nivel nacional como internacional, «exportando en torno al 90 por ciento de su producción a países de Europa, Asia y América». NO COMPARSA El director de Dcoop, Antonio Luque, dijo ayer a Efe que es partidario de salir de Deoleo, donde la andaluza tiene casi un 9,96 por ciento de las acciones, porque no se puede quedar «para ser comparsa de estrategias que a lo mejor no comparte», aunque la decisión compete al consejo de administración. «Hoy por hoy mi opinión es irnos y reclamar lo que haya que reclamar», manifestó Luque, quien especificó que la cooperativa andaluza tendría que pedir los 55 millones de euros en los que se valoraron los activos que aportó. Al respecto se pronunció el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete: «Confiamos en que Dcoop se quede al final en el capital de Deoleo y podamos tener una presencia española en esta compañía y beneficiarnos de la inyección de capital que supone un fondo potente, que puede permitir reducir deuda y mejorar capacidades exportadoras». Por su parte, la consejera andaluza del ramo, Elena Víboras, señaló que «nos hubiera gustado que la oferta de Dcoop hubiera llegado a buen puerto pero al final de manera mayoritaria se han decantado por CVC». Sugirió, eso sí, a la cooperativa aceitera malagueña que «todo tiene su momento y su lugar».

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