La intención del presidente del Sevilla respecto al reparto de entradas para la gran final es atender en primer lugar a los socios más antiguos de la entidad y a aquellos que han respaldado al equipo en los partidos de Copa que éste ha disputado esta temporada en el Sánchez Pizjuán.
El número de localidades disponibles dependerá, lógicamente, del escenario elegido en la reunión de hoy. Hace tres temportadas, cuando el Sevilla se enfrentó al Getafe en el Santiago Bernabéu, el club de Nervión dispuso de unas 35.000 dentro de un estadio que ese día, según datos oficiales, tuvo una asistencia de 80.400 aficionados.
Cabe recordar que parte del aforo se reservará para compromisos de la Federación Española y para temas de seguridad (asientos que sirven de separación entre las dos aficiones).
Dadas las referidas peculiaridades que tiene el enfrentamiento entre Sevilla y Atlético de Madrid, la Federación hará un especial hincapié en el control de la venta de las entradas. Según su normativa, los clubes serán responsables y cuidarán de que todas las localidades que les han sido asignadas no sean adquiridas por seguidores o aficionados del equipo rival.
CONTROL EN LA VENTA. En este sentido, una de las exigencias por razones de seguridad es que los clubes faciliten una relación con nombre, apellidos y NIF u otro documento identificativo de las personas adquirientes de las localidades. Todo con tal de velar por el buen desarrollo de la final, toda una fiesta del fútbol para las aficiones.