Elena Beloki tiene 47 años y está condenada a 13 de prisión por pertenencia al aparato internacional de ETA. No obstante, seguirá en libertad por orden de la Audiencia para que pueda continuar con su tratamiento de fecundidad. La cárcel no es el ambiente propicio para ello, según dice el fallo.
Beloki sólo había cumplido seis meses de su pena cuando el pasado 1 de julio quedó en libertad bajo fianza de 6.000 euros. El tribunal revisó ayer su situación en una vistilla solicitada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que reclamó su vuelta a la cárcel al considerar que ha transcurrido el tiempo necesario para recibir la asistencia médica.
Tras la celebración de la vistilla, que apenas duró 30 minutos, el tribunal, presidido por el juez Alfonso Guevara e integrado también por los magistrados Guillermo Ruiz Polanco y Clara Bayarri, notificó verbalmente a Beloki y su abogada, Jone Goirizelaia, su decisión de no modificar su situación procesal.
Según estas fuentes, los magistrados decidieron notificar in voce su resolución para que "la afectada la conociera en primer lugar y evitar de esta forma filtraciones y presiones por parte de los medios de comunicación".
Tanto la fiscal Dolores Delgado como el letrado de la AVT, Juan Carlos Rodríguez Segura, solicitaron el encarcelamiento de Beloki, al entender que en su situación de libertad existe riesgo de fuga y la posibilidad de que cometa una reiteración delictiva. Ambas partes también defendieron que la etarra podría someterse al tratamiento de fecundidad desde la cárcel. Para acordar su resolución, el tribunal ha recibido un informe de la Guardia Civil en el que se confirma que durante este periodo de tiempo Beloki no ha cambiado de domicilio y ha cumplido todas las medidas cautelares. A la Audiencia Nacional también han llegado por fax los informes de la clínica Quirón de la capital donostiarra, que demuestran que la etarra ha acudido a todas las consultas que le fueron marcadas en las mismas fechas que comunicó al tribunal.
El auto en el que se acordó la puesta en libertad de Beloki se basaba en un informe facultativo que apelaba tanto a la "disponibilidad clínica de la solicitante" como a la necesidad de que pudiera reunir "unas condiciones psicológicas adecuadas, entre las que no se encuentra la actual situación de privación de libertad".