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La Audiencia estará en obras dos años para ser ampliada

Tres años después de que se anunciara el proyecto, la reforma de la Audiencia Provincial será una realidad en breve. La Junta invertirá tres millones de euros, el doble de lo previsto, en reorganizar sus instalaciones y en dotar al edificio de una planta más.

el 15 sep 2009 / 17:22 h.

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Tres años después de que se anunciara el proyecto, la reforma de la Audiencia Provincial será una realidad en breve. La Junta invertirá tres millones de euros, el doble de lo previsto, en reorganizar sus instalaciones y en dotar al edificio de una planta más, lo que permitirá respirar a las asfixiadas instalaciones del TSJA y estrenar unos 40 despachos más.

Desde que en 1971 se levantara el edificio de la Audiencia Provincial de Sevilla, éste no ha sufrido ni una sola reforma de envergadura más allá de pequeñas actuaciones. Siguen en su sitio sus cuadros, su suntuosa escalera, sus sillas forradas de terciopelo..., sólo que el volumen de trabajo de la Justicia y las necesidades funcionales que se le exigen al lugar se han multiplicado, haciéndose imperiosa una reforma integral mientras toma forma la anhelada Ciudad de la Justicia.

Baste citar que en el mismo edificio se aprietan los órganos de la Audiencia Provincial, la Fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Hace 37 años, cuando se estrenó, todo olía a nuevo y el espacio no era un lujo cotizado como ahora. Entonces había suficientes despachos para magistrados y fiscales, cuando hoy son cientos de miles los papeles que inundan pasillos y dependencias. Entonces, el archivo común, en la planta sótano, estaba impoluto, sin humedades. Pero el paso del tiempo ha tornado el edificio en obsoleto, con los pasillos repletos de archivadores en los que se agolpan miles de casos: asesinatos, agresiones sexuales y asuntos de droga se mezclan en los atestados armarios porque, entre otras cosas, en el archivo no cabe nada más, y es casi "insalubre" permenecer allí.

Tres años después de que se anunciara el proyecto, la obra está pendiente de que Urbanismo le conceda la licencia, que fue solicitada por la Consejería de Justicia hace dos semanas. Tendrá un plazo de 23 meses, repartidos en tres fases, en las que se alternarán los trabajos con los traslados de las dependencias al objeto de no alterar el servicio público.

La reforma supondrá básicamente una reordenación de órganos para aportar más sentido común, gracias a que se va a ganar una planta con 1.000 metros cuadrados. Ésta será la intervención más costosa del proyecto, al que se ha destinado 3,1 millones de euros, el doble de lo que se estimó hace tres años.

Una planta más. Para lograr la ampliación se recuperará el último piso, ocupado por las viviendas deshabitadas del fiscal jefe y del representante del poder judicial en Andalucía -de 500 metros cuadrados cada una- para dependencias de la saturada Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA, diversos despachos y la biblioteca. Para ello, será necesario construir una escalera que una la planta sexta con la séptima, pues ahora sólo se accede por una interior. Además, la reorganización permitirá racionalizar el espacio y crear 40 despachos más para magistrados y fiscales, de tal forma que cada uno o cada dos tengan uno propio y evitar, como ocurre ahora, que en despachos de pocos metros cuadrados se hacinen hasta cuatro personas.

La nueva estructura de la Audiencia busca además reorientar los servicios al ciudadano, de tal forma que estén en la planta baja, reduciéndose así el tránsito de personas por el resto del edificio. Para estas nuevas dotaciones, el proyecto contempla la rehabilitación de la vivienda del conserje, también desocupada. Así, en la planta baja, además del Juzgado de Guardia de detenidos y Asistencia a Víctimas, van a ubicarse el Colegio de Abogados y los servicios generales de Notificaciones y Registro, además del primer aseo público del edificio -ahora hay que pedir las llaves a los funcionarios-.

La primera planta pasará a ser entera para la Fiscalía, actualmente repartida entre este piso y el segundo. Precisamente, ésta era una de las peticiones de la fiscal jefe, María José Segarra, ya que las diversas secretarias del Ministerio Público, que además tienen sedes en la Buhaira y Viapol, estaban repartidas por el edificio, dificultando la comunicación entre fiscales y funcionarios. Otra de las ventajas es que los fiscales tendrán o despachos individuales -en el caso de los coordinadores- o dobles, ya que ahora hay hasta cuatro por habitáculo. Aunque lo que más aliviará a la Fiscalía es contar con espacio para "la gran cantidad de papel" que reciben a diario, ya que desde aquí se distribuyen los asuntos a cada fiscal.

El proyecto reubica también las secciones de la Audiencia, que ocuparán las plantas segunda, tercera y cuarta. Entre los funcionarios y magistrados la noticia coge por sorpresa, pero todos coinciden en que era necesario "desde hace muchos años". Allí tienen que guardar los expedientes de cada condenado hasta que cumple su pena; entonces se archivan definitivamente y es cuando se bajan al archivo común, que no será rehabilitado pese a sus delicadas condiciones. "Aquí hay ejecutorias del año 90, y ya no cabemos", afirma unos de los funcionarios. Los magistrados serán los grandes beneficiados, ya que después de que se incorporase uno a cada sección Penal, salvo a la Primera, tenían que compartir los despachos de tres en tres, casi sin espacio entre las mesas.

El resto de plantas -quinta, sexta y séptima- serán para el TSJA, que ahora ocupa las dos últimas. Allí la situación es más complicada que en la Audiencia porque los expedientes se amontonan por todas partes. "Sólo basta echar un vistazo", comenta una de sus secretarias judiciales con la mesa rodeada de montañas de papel. En la planta sexta se agolpan tres de las cuatro salas de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal, donde los funcionarios trabajan rodeados de expedientes, que se amontonan hasta por el suelo. Los pasillos están flanqueados por armarios llenos de papeles a los que puede acceder cualquier persona, aunque "siempre habrá un secretario para echarle la culpa", bromea con ironía uno de ellos después de lo ocurrido con el caso Mari Luz. Sobre la reforma se muestran escépticos: "Hasta que no veamos a los obreros...". Eso sí, todos piden "para ya" la Ciudad de la Justicia.

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