La Audiencia Nacional ha impuesto a los hermanos Jesús, Jaime y Roberto Salazar, ex directivos del grupo alimentario SOS, una fianza de 360 millones de euros y ha acordado el embargo de bienes para cubrir esa cantidad.
Según confirmó la compañía en el informe semestral remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con esta medida se pretende "asegurar las responsabilidades civiles que pudieran resultar por los hechos objeto del procedimiento en curso".
El Juzgado de Instrucción número cuatro de la Audiencia tramita una querella interpuesta por SOS contra los ex ejecutivos y otras personas y sociedades por supuestos delitos de apropiación indebida, estafa, falsedad en documento mercantil, delito societario, delito contra el mercado y blanqueo de capitales.
La compañía denunció un fraude que podría superar los 230 millones de euros. "Todos los saldos frente a las personas a las que se ha dirigido la querella se encuentran íntegramente provisionados, si bien el grupo no renuncia a la recuperación de los mismos a través de las acciones legales seguidas ante la Audiencia Nacional", agregó SOS.
Por otro lado, el grupo indicó que sigue vigente el saldo de 250,42 millones con miembros de la familia Salazar que son accionistas significativos de la sociedad a 30 de junio, aunque esos saldos se encuentran también "totalmente provisionados".
La compañía señala además que a esa fecha tiene una cuenta por cobrar -procedente de la etapa de gestión de los Salazar- a la sociedad West Orient Mercantile por 28,88 millones, de los que se encontraban provisionados a finales del pasado ejercicio 25,1 millones.
En un apartado sobre litigios surgidos durante los primeros seis meses del año, SOS informa de que Banco de Valencia interpuso una demanda contra la compañía reclamándole el pago de un préstamo bilateral suscrito entre las partes por importe de 3,18 millones de euros y 950.000 euros en concepto de intereses y costas.
La empresa está negociando con la entidad financiera a fin de incorporar esta deuda al actual proceso de refinanciación, lo que "conllevaría, de llegar a buen fin, la retirada de la demanda".
Hasta el momento, SOS ha obtenido adhesiones para refinanciar más del 90% de su deuda y espera cerrar "con éxito" el proceso en los próximos meses.
A este respecto, Deloitte, auditora de las cuentas, mantiene vigente la salvedad por incertidumbre formulada en el ejercicio 2009, que condicionaba la continuidad de las operaciones del grupo al "éxito" del proceso de negociación en curso con la banca acreedora para reestructurar su deuda financiera.
SOS registró unas pérdidas de 20,5 millones en el primer semestre, lo que supone una reducción del 69,2% respecto a los números rojos de 66,7 millones del mismo periodo del año anterior, informó ayer el grupo alimentario a la CNMV.
