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La Audiencia Nacional denuncia la "cooperación gubernamental" de Venezuela con ETA y las FARC

el 01 mar 2010 / 13:29 h.

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El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco denuncia la  "cooperación gubernamental" del Gobierno de Venezuela "en la ilícita  colaboración" entre ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de  Colombia (FARC) en un auto en el que procesa a seis presuntos etarras  y siete miembros del grupo colombiano por compartir información sobre  el manejo de explosivos e intentar cometer varios asesinatos, entre  ellos el del presidente del país sudamericano, Alvaro Uribe, y su  antecesor Andrés Pastrana.  

En un auto hecho público hoy, Velasco dicta orden de busca y  captura para doce de los procesados --todos menos la integrante de la  Comisión Internacional de las FARC Remedios García Albert, que vive  en España-- y solicita su extradición a los Gobiernos de Venezuela y  Cuba, países en los que residen en la actualidad.  

Entre ellos se encuentra el etarra Arturo Cubillas Fontán, que en  octubre de 2005 fue nombrado director adscrito a la Oficina de  Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras  por el Ejecutivo de Hugo Chávez, mientras era responsable del  colectivo de ETA en esa zona de América desde 1999 y se encargaba de  coordinar las relaciones con las FARC. El auto recuerda que en 1990  se casó con la venezolana Goizeder Odriozola Lataillade, que ocupa  desde enero de 2007 el cargo de directora de Relaciones  Institucionales del Ministerio del Poder Popular para el Deporte.  

El juez también detalla que en marzo y septiembre de 2000 dos  miembros de las FARC --Edgar Gustavo Navarro Morales, 'El Mocho', y  Víctor Ramón Vargas Salazar, 'Chato'-- se trasladaron a España y  pidieron "colaboración" a miembros de ETA para localizar a Pastrana,  y "más recientemente" trataron de hacer seguimientos al actual  presidente colombiano, Alvaro Uribe.  

Los etarras procesados son Arturo Cubillas Fontán, José Ignacio  Echarte Urbieta, Ignacio Domínguez Achalandabaso, José María Zaldúa  Corta, José José Angel Urtiaga Martínez y José Miguel Arrugaeta San  Emeterio. El juez imputa a todos el delito de colaboración con  organización terrorista; a los cuatro primeros, además, el de  tenencia de explosivos; y a Cubillas Fontán también el de  conspiración para cometer homicidios terroristas.  

Este último delito es atribuido también a los supuestos miembros  de las FARC Omar Arturo Zabala Padilla y Víctor Ramón Vargas Salazar.  El juez también imputa a Gustavo Navarro Morales, Emiro del Carmen  Ropero Suárez, Rodrigo Granda Escobar, Remedios García Albert y  Luciano Martín Arango por colaboración con banda armada.  

CURSOS EN VENEZUELA CON ESCOLTA MILITAR  

La investigación, que parte de los 25 correos electrónicos  incautados en marzo de 2008 al dirigente de las FARC Luis Edgar  Devia, 'Raúl Reyes', concluye que los contactos entre los dos grupos  terroristas contemplaban la realización de cursos de adiestramiento a  miembros de ETA en la selva colombiana y venezolana a cambio de "la  localización en España de objetivos de acción terrorista por parte de  las FARC" y formación en "las técnicas más modernas de guerrilla  urbana".  

En agosto de 2007, el etarra identificado con el alias de 'Martín  Capa', cuya identidad se desconoce, e Ignacio Domínguez Achalandabaso  impartieron en una finca de la selva venezolana cercana a Guadalito,  en el estado de Apure, un curso teórico-práctico de unos 20 días a 13  miembros de las FARC sobre el manejo del explosivo C-4, de fácil  adquisición en Venezuela, y la utilización de teléfonos móviles como  mecanismo iniciador de las cargas explosivas.

Los asistentes a este curso, que fue organizado por Arturo  Cubillas Fontán y Remedios García Albert, fueron acompañados por una  persona que vestía un chaleco con el escudo de la Dirección de  Inteligencia Militar (DIM) de Venezuela y escoltados por un vehículo  militar, según detalla la resolución judicial.  

Como prueba de los contactos entre ambas partes, en la causa obran  documentos en los que se detalla que dos etarras afincados en Cuba  construyeron un lanzagranadas que querían probar en Venezuela. Así,  los terroristas utilizaban el nombre de 'Andrés' para identificar a  Venezuela; 'José' como alias de Cuba y 'Maria Antonia' para  identificar al etarra José Ignacio Echarte Urbieta.  

CURSOS SOBRE EL USO DE GRANADAS Y MISILES  

Además, otros cuatro miembros de ETA, dos de los cuales se  apodaban 'Schumacher' y 'Carlos', acudieron a campamentos de las FARC  en Venezuela entre 2003 y 2007 para dar cursos sobre artefactos  iniciados por movimiento y mediante la utilización de teléfonos  móviles. A su salida, fueron sustituidos por otros dos etarras no  identificados.  

En 2003, miembros de las FARC impartieron adiestramiento militar a  cuatro etarras en el área de Zulia y recibieron a cambio información  sobre la fabricación y utilización de las granadas de ETA  'Jotake-Handia', denominadas 'cilindro bomba' por las autoridades  colombianas. Tras esta colaboración, que se denominó 'asunto  Gabardina', ETA utilizó este tipo de granadas por primera vez el 18  de octubre de ese año en el atentado contra el cuartel del Ejército  de Aizoain (Navarra).  

En diciembre de ese mismo año otros cuatro militantes etarras  asistieron a un curso sobre el manejo de misiles tierra-aire, que ETA  comenzó a utilizar poco después, como demostraría la incautación de  este tipo de proyectiles a Mikel Albisu, 'Mikel Antza'; y Soledad  Iparraguirre, 'Anboto'. En enero pasado, el etarra Pedro María Olano  confesó la intención de la banda terrorista de utilizar misiles para  atentar contra el ex presidente del Gobierno José María Aznar.  

Por otra parte, en 2002 se intervino en una actuación contra las  FARC material muy similar al utilizado por ETA, entre ellos dos  coches-bomba, un lanzador de 'cilindros-bomba' y granadas de mortero.  



ATENTADOS DE LAS FARC EN ESPAÑA  

Los intentos de las FARC de atentar en España se remontan a 2000,  cuando 'Mocho' y 'Chato' se desplazaron a España en dos ocasiones  para "controlar los itinerarios" que realizaba el ex presidente  colombiano Andrés Pastrana y la entonces embajadora, Noemí Sanín  Posada, ya que consideraban que "no sería difícil atentar contra  estos dos objetivos siempre que se contase con la ayuda de ETA".  

Además de Pastrana y Sanín, las FARC pidieron ayuda a ETA para  localizar al ex candidato presidencial y dos veces alcalde de Bogotá  Antanas Mockus, al vicepresidente colombiano Francisco Santos y a  otros cargos políticos y militares colombianos con el fin de "atentar  contra la vida de alguno de ellos durante su estancia en España u  otro país de la Unión Europea".  

A esta lista se añadieron el ya fallecido Bernardo Gutiérrez  Zuloaga, ex senador y ex terrorista del Ejército Popular de  Liberación (ELP) que se tuvo que refugiar por las amenazas de las  FARC; el empresario Carlos Ardilla Lülle; el actual presidente de  Colombia, Alvaro Uribe; y personas que se movían en torno a la  Embajada de Colombia en España.

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