La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha fijado para este próximo jueves una vista al objeto de analizar los recursos interpuestos contra la sentencia que condenó a seis años y seis meses de cárcel a Fernando Vargas, actualmente en prisión por atropellar mortalmente a dos jóvenes, Patricia Alfaro y Almudena González, en el Paseo Colón de la capital hispalense en la pasada Semana Santa de 2010.
En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press de que será a partir de las 10,45 horas del próximo jueves cuando la Audiencia Provincial celebre esta vista, en la que analizará los recursos interpuestos por las acusaciones particulares que ejercen las familias de las víctimas y por el abogado que ejerce la defensa del imputado, que ha solicitado que la pena se rebaje a tres años de prisión. La Fiscalía, de su lado, no recurrió el fallo.
Hay que recordar que el Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla condenó a Fernando Vargas a seis años y medio de cárcel por dos delitos de homicidio imprudente en concurso con un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria; un delito de omisión del deber de socorro, y un delito contra la seguridad vial derivado de conducir sin tener en vigor el permiso de conducir.
Las acusaciones particulares han pedido aumentar la pena de cárcel, y, en concreto, la abogada de la familia de Patricia Alfaro ha interesado que el novio de la víctima tenga derecho a indemnización, pues ambos mantenían una relación de convivencia, así como que la amiga que acompañaba a las víctimas y que resultó ilesa sea considerada víctima y tenga asimismo derecho a ser indemnizada, todo ello por las secuelas sufridas.
EL ACUSADO DEFIENDE QUE CRUZO EL SEMAFORO EN VERDE
De su lado, la defensa ha interesado reducir a tres años la condena, ya que entiende que el procesado cruzó el semáforo cuando este se encontraba en verde para los vehículos, por lo que fueron las fallecidas las que cruzaron estando el semáforo rojo para los peatones. Además, defiende que su cliente paró el vehículo de forma "voluntaria" y no "debido a un fallo mecánico".
Durante la celebración de la vista oral el pasado mes de febrero, el acusado aseguró que el semáforo donde tuvo lugar el fatal siniestro, ubicado frente a la Torre del Oro, estaba en verde, que circulaba a 60 kilómetros por hora y que "en ningún momento" vio a las víctimas, pero que cuando sintió el impacto levantó "el pie del acelerador", fue frenando y orillándose a la derecha con el objetivo de parar porque "nunca" se quiso dar a la fuga.
