Una vez rebasados los cien días de gracia concedidos al Plan VIVE -el que sustituyó al Prever- y comprobar su ineficacia, el Consejo de Ministros abordará pasado mañana su reforma. Entre las novedades, se estudia rebajar de quince a diez años la antigüedad de los coches y eliminar los 20.000 euros de precio máximo.
Cien días fue el periodo que se marcó el ministro de Industria, Miguel Sebastián, para valorar el funcionamiento del Plan VIVE (Vehículo Innovador-Vehículo Ecológico) en sus actuales términos, que han puesto de manifiesto que no ha cumplido las expectativas. Fuentes del Ministerio de Industria, corroboradas por otras del sector, señalaron que desde hace días se mantiene reuniones con las principales asociaciones del automóvil para buscar los puntos de conexión y el mayor consenso posible en los aspectos a reformar.
Entre estos puntos, la reforma incidirá en la antigüedad de los vehículos que pueden ser beneficiados por la medida que, seguramente, pasará a los diez años, en lugar de los quince actuales. Otro aspecto que la Administración está dispuesta a modificar es la eliminación del tope del precio de 20.000 euros para poder acceder a las ayudas del nuevo Plan VIVE, que persigue el rejuvenecimiento del parque automovilístico.
La Administración es más reacia a ampliar el arco de los beneficios a coches más contaminantes, por lo que en este aspecto se esperan pocas mejoras -por no decir ninguna- respecto de las actuales, es decir ayudas para la compra de vehículos con emisiones de menos de 120 gramos/km de CO2 o de 140 g/km, si incorporan elementos electrónicos de seguridad. No hay decisiones al respecto, por ahora, en cuanto a la inclusión en los automóviles beneficiados de los vehículos de ocasión, ni tampoco en cuanto a la forma de ayudas, es decir si se vuelve a la subvención directa del extinto Plan Renove o se mantienen, mejoradas, las líneas de financiación de préstamos a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
El pasado lunes se cumplieron los cien días de vigencia del Plan VIVE y el Ministerio de Industria no facilitó datos sobre la aceptación del mismo hasta esa fecha. En la primeras semanas de vigencia se contabilizaron únicamente 18 operaciones que, un mes después, se elevaron hasta el medio centenar. A la vista de estos datos, recientemente el ministro de Industria confesó en una sesión de control al Gobierno en el Pleno del Senado que el Plan no había dado los resultados previstos y que se procedería a su reforma.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, dijo ayer que el nuevo Plan no rebasará el techo presupuestario del actual, que cuenta con de partida con 1.200 millones, de los que 500 se emplearán en el presente ejercicio, otros 500 millones en 2009 y 200 millones más en 2010.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto), Antonio Romero-Haupold, pidió ayer a Industria que la reforma incluya la ampliación del programa a la adquisición de coches usados de hasta tres años de antigüedad y plantea elevar las emisiones máximas hasta los 160 gramos de CO2 por kilómetro, para que abarcase un tercio de la oferta automovilística, en lugar del 20% a que se dirige inicialmente.
