El plante de una veintena de agentes de la unidad nocturna puede quedar prácticamente impune. Si no justifican su ausencia se enfrentan sólo a un apercibimiento. Sólo habrá sanciones graves si se demuestra que hubo un acuerdo de huelga ilegal. La Policía afronta hoy la prueba definitiva. Esta noche deben trabajar la veintena de agentes.
La ausencia injustificada de un día al trabajo sólo puede ser sancionada por la pérdida del sueldo correspondiente a esa jornada y un apercibimiento, sanción que queda completamente invalidada en caso de que se presente un certificado médico. Así lo recoge tanto la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como el Reglamento del personal funcionario del Ayuntamiento.
Para dar un paso más, el Gobierno debería demostrar que los agentes -16 según el Consistorio, 20 según fuentes policiales- llegaron a un acuerdo para convocar una huelga ilegal sin definir servicios mínimos. Representantes de los principales sindicatos negaron que esta posibilidad sea factible y advirtieron de que prácticamente no hay precedentes.
Pese a esto, desde la Delegación de Convivencia reiteraron ayer que se realizarán investigaciones para comprobar los hechos y que estudiarán posibles sanciones -aunque éstas quedan ya en un segundo plano-.
Tanto el comité de empresa del Ayuntamiento -presidido por CCOO- como el Sindicato Profesional de la Policía instaron a no expedientar a ninguno de los implicados -puesto que supuestamente todos están enfermos- y a iniciar una negociación sobre la situación de esta unidad que arrastra problemas desde hace años: los trabajadores critican que ya no reciben llamadas de seguridad ciudadana y que no se cubren los traslados. Fuentes de la Delegación de Convivencia y representantes sindicales confirmaron que están previstas reuniones esta semana.
Pero antes, el Ayuntamiento y la Jefatura de Policía deben afrontar una nueva prueba. Pese a que durante el fin de semana no ha habido problemas porque se trata de otro grupo específico -dedicado especialmente a aplicar normativas como la ley antibotellona-, hoy a partir de las once de la noche deben volver a trabajar los veinte agentes que dejaron sus puestos libres el pasado jueves. Ese día, el Consistorio tuvo que pedir refuerzos a la Policía Nacional, situación que ya está prevista si siguen las bajas.
Tanto la Delegación de Convivencia como los sindicatos aseguraron ayer desconocer qué ocurrirá hoy. Los hechos del pasado jueves se produjeron de forma brusca. Sin previo aviso, a lo largo de la tarde la veintena de agentes llamó a la Jefatura para decir que se encontraban mal. Ese día, según fuentes policiales, sólo trabajaron cuatro personas de la unidad -tres de ellos mandos-.
Aunque no hay ningún sindicato detrás de este acto, todos coincidieron ayer en pedir que se abra una mesa de negociación para abordar la reforma de la unidad y que se dejen a un lado las sanciones. Las reuniones arrancarán esta semana.
