Miles de personas se manifestaron ayer contra los recortes educativos y la actuación policial en Valencia. Pero, a diferencia de los últimos días de protestas estudiantiles, esta vez no hubo carga policial, aunque sí tres furgones de la Policía y un helicóptero vigilando los acontecimientos.
La protesta comenzó en el instituto Lluís Vives y en la manifestación participaron políticos como el secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), Jorge Alarte, así como representantes de Esquerra Unida (EUPV), CCOO y UGT. La pancarta que llevaban en cabeza rezaba 'Somos el pueblo, no el enemigo', en referencia a las declaraciones del jefe superior de policía de Valencia, Antonio Moreno, que equiparó a los estudiantes con su "enemigo". Al cierre de esta edición no se habían producido incidentes.
Pero mientras la temperatura en la calle se modera, la reacción del Gobierno se enciende. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, acusó ayer en el Congreso de los Diputados al PSOE de "ponerse del lado" de la protesta "violenta e ilegal" de los estudiantes de la Comunidad Valenciana.
La exministra Leire Pajín reprochó al Ejecutivo que desde el Gobierno del PP el "ministro de Interior busca excusas, el de Justicia lo justifica" y el de Educación "mira para otro lado".
A su juicio, cuando los jóvenes protestan porque no tienen calefacción en su instituto y tienen que asistir a clase con mantas en las "escuelas de hojalata", se encuentran con una represión "brutal" de la Policía.
En este sentido, preguntó al ministro de Educación si coincide con las declaraciones del jefe superior de policía de Valencia.
Por ello, aconsejó a Wert que, si quiere "tener credibilidad", tiene que "pedir explicaciones a Interior". "Diga alto y claro si es inaceptable que en una comunidad autónoma donde se construyen aeropuertos sin aviones no haya calefacción y encima se reprima a los estudiantes", le retó.
A renglón seguido, el diputado socialista Manuel Pezzi, que iba a preguntar sobre deporte, acusó al ministro de insultar y tergiversar con sus declaraciones.
La trifulca en el Congreso no quedó ahí: Ana Belén Vázquez, diputada del PP e inspectora de Policía en excedencia, acusó al PSOE de "actitud carroñera" por aprovechar un debate parlamentario en el Congreso para criticar al Ministerio del Interior y al director del Cuerpo Nacional de Policía, el exdiputado Ignacio Cosidó, a raíz de la carga policial.
El episodio tuvo lugar en la Comisión de Interior del Congreso, en la que el socialista Pedro Muñoz trajo a colación los sucesos de Valencia cuando defendía una iniciativa sobre las leyes pendientes de derechos y deberes y de régimen de personal en el Cuerpo Nacional de Policía. La mención a los sucesos de Valencia soliviantó a la diputada gallega del PP, quien recordó que la Policía, a cuyo estamento pertenece, es la segunda institución más valorada del país. Vázquez subrayó que el jefe superior de Policía que ha identificado como "enemigos" a los estudiantes fue "personal de confianza" de Alfredo Pérez Rubalcaba.
También la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, reclamó una rectificación formal a Wert por acusar a los socialistas de ponerse de lado de la violencia. "El PSOE ni instiga ni acompaña actos violentos, pero defiende el derecho de los estudiantes a manifestarse en contra de estos insoportables recortes en la educación", declaró.
La número dos del PSOE pidió al PP que "retire" sus palabras y que contribuya "a calmar las aguas y no a agitarlas".
Entretanto, llegan más apoyos y gestos solidarios con los estudiantes de Valencia. Si el martes estudiantes de toda España se concentraron de forma espontánea en repulsa por la represión violenta, ayer las asociaciones de padres y los estudiantes de los centros educativos públicos convocaron movilizaciones de cinco minutos de protesta (12.00 a 12.05 horas) en toda España para el lunes, día 27, como respuesta por la "desproporcionada" actuación policial. Asimismo, la directora del Lluís Vives, Carmina Valiente, se reunió ayer con la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León, para pedirle que se "depuren responsabilidades".
