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La berrea es cosa de ciervos

el 09 sep 2010 / 19:09 h.

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Son llamadas de amor aunque probablemente a usted le suenen a gritos de películas de terror. La berrea de los ciervos tiene lugar en las noches y amaneceres de septiembre y octubre. No hay un calendario exacto, ni un día mejor que otro, pero los expertos aseguran que cuando hace frío o caen unas gotas el celo de estos animales se desata...
En este tremebundo y violento ritual de galantería, los bramidos van dejando paso al ruido que provoca el entrechocar de las astas. Es una pelea sin sangre, las cuernas golpean y se enredan entre sí. Los machos acaban exhaustos ante la mirada parsimoniosa y, en instantes, petrificada de las hembras. El individuo que demuestra una mayor potencia conquista el objetivo. En algunas (pocas) ocasiones, los animales se quedan enganchados y mueren por no poder separarse.

Como casi todo en la naturaleza, éste reclamo también puede bañarse de tragedia. Como dramáticos son los lamentos de los ciervos, un espectáculo único que sirve como uno de los principales reclamos turísticos para los visitantes del Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. En Cazalla de la Sierra, Constantina y El Pedroso hay lugares concretos donde poder disfrutar de un fenómeno que ha sido retratado por el célebre paisajista sonoro Claus Flor: "En toda mi vida de cazador de sonidos de la naturaleza nunca antes había asistido a algo igual", sentencia en su página web.

La frase bien podría emplearla Consejería de Medio Ambiente en su sitio de Internet donde propone excursiones para disfrutar con la berrea. Uno de los recorridos más populares -en parte debido a lo accesible del camino- es la denominada ‘ruta de las Cañas', que transcurre paralela al arroyo del mismo nombre de la localidad de El Pedroso. El lugar de comienzo del sendero está indicado a las afueras del pueblo. Por delante tendrá 10 kilómetros de recorrido, unas cuatro horas de camino y un encuentro beatífico al final con la ermita de la Virgen de El Espino... por si necesita encomendar a alguien sus agujetas.Adentrarse en el campo -y más si se viene de la ciudad- es una experiencia similar a la que la Alicia de Carroll debió experimentar al caer por el hoyo hacia el País de las Maravillas.

Y si se hace en estas fechas, el viaje tiene algo de místico por cuanto que el encuentro con el Rey del Bosque -el ciervo- está casi asegurado a poco que se sea paciente.Este gran herbívoro, que crece entre alcornocales y pinos, habitualmente esquivo y entronizado por los cuentos infantiles tiene en la Sierra Norte uno de sus paraísos más propios. "Es lógico que sea así", anota el biólogo Juan Carbonero: "El clima de la zona les resulta mucho más llevadero que a los individuos que viven en el Norte".

Y sin embargo, la berrea como tantos otros pequeños acontecimientos que suceden al Sur del Sur no están todo lo bien publicitados que debieran. No se trata de ir a aguarles el revolcón a los animales, pero sí de "insistir en que, en Sevilla y en Huelva, quizás como en ninguna otra zona del mundo, es donde con más nitidez puede disfrutarse de este asombroso cortejo", al decir de Carbonero, quien lleva años preparando un estudio no sólo sobre la berrea, también retratando todos y cada uno de los recónditos parajes que aguardan en la Sierra Norte.

El visitante atento, además de buscar ciervos, sabrá igualmente disfrutar con cada pequeño accidente del camino: desde unas huertas abandonadas a las antiguas cabañas de los pastores, de la estampa fijada en el tiempo de una vieja noria oxidada a esas rocas graníticas que componen azarosas formas y que los lugareños de aquí llaman ‘porrilas' y los de otro lado -Extremadura- conocen como ‘berruecos'. Satisfechos los oídos y la vista, el olfato no quedará indiferente. Pletórica será nuestra respiración al pasar por húmedos recovecos del bosque donde florece la menta, la hierbabuena y el tomillo.

"Para conocer esta zona hay decenas de excursiones preparadas y son las más adecuadas para una primera toma de contacto, pero hay una experiencia incomparable que es la de venir aquí solos, por la noche", cuenta Magdalena Martín, guía turística a la que le puede confesar que, "el bosque, en silencio y en soledad, es cuando más se disfruta".

En cada uno de los pueblos de la Sierra Norte, desde el más grande al más pequeño como Las Navas de la Concepción, hay un punto de partida para internarse en este País de las Maravillas donde estallan las mil y una tonalidades del verde. Y si se sabe oír o se tiene la sagacidad de descubrir huellas uno podrá asombrarse al comprobar cómo, además de ciervos, éste es el hogar del lince ibérico, de la nutria, del cárabo y de la lechuza y de decenas de seres que le mirarán de soslayo. El encuentro con el humano no les está permitido. Ellos saben la razón. Y por ahora les va mejor así.

DOS PROPUESTAS

Qué: La berrea de los ciervos
¿Dónde?: En la Sierra Norte de Sevilla durante todo el mes de septiembre.
Punto de partida: Punto de Información del Berrocal.
Duración: Tres horas y media. Público destinatario: Todos los públicos mayores de 8 años.
Precio por persona: 12 euros.
Consejos: Ir provistos de agua, comida, ropa y calzado cómodo, algo de abrigo y chubasquero.
Organiza: Egmasa, a través de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Reservas: 902105570

Qué: Senderismo en la Sierra Norte con berrea incluida.
¿Dónde?: En el Parque Natural de los Alcornocales.
Punto de partida: Sevilla, 08:30 horas. 25 de septiembre.
Duración: Todo el fin de semana.
Precio por persona: 200 euros, incluyendo traslados, manutención y alojamiento.
Consejos: Ir provistos de agua, comida, ropa y calzado cómodo, algo de abrigo y chubasquero.
Organiza: Empresa de excursiones y senderismo La Gacela. (www.lagacela.com)
Reservas:955.981.147  

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