La cartera de los consumidores está de enhorabuena, al menos por un día, después de tanta mala noticia. El ministro de Industria anunció ayer una rebaja de 3 euros en el precio de la bombona a partir de abril, mientras que apuntó a una "sustancial" bajada del gas. Eso sí, la luz se quedará igual.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció ayer que la bombona de butano bajará 3 euros el próximo 1 de abril, el 22,4%, hasta los 10,5 euros, mientras que el precio del gas natural caerá sustancialmente y la electricidad no se abaratará.
Según datos del Ministerio, en el caso del butano se trata de la mayor rebaja desde que en 1993 se implantó el actual sistema para el cálculo de su precio máximo y permitirá un ahorro anual de 36 euros al usuario medio, que consume unas 12 bombonas al año.
El recorte de 3 euros se producirá gracias al descenso del 43,3% del coste de la materia prima y de los fletes (transporte), que compensa el aumento del 6,1% de los costes de comercialización.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso, Sebastián avanzó que también habrá una "rebaja sustancial" del gas natural (por canalización), gracias a la caída del precio de las materias primas, en tanto que la electricidad no bajará a pesar de esta circunstancia.
El ministro aseguró que, en el caso de la factura de la luz, no es posible trasladar al usuario la evolución de las materias primas porque las tarifas no sólo recogen precio de la generación ordinaria, sino que también cargan con los costes generados por las renovables, el transporte, la distribución y la financiación del déficit de tarifa.
Irregularidades. Respecto a las presuntas irregularidades que habrían cometido las eléctricas mediante la facturación mensual de la luz, Sebastián recordó que su Ministerio ordenó a la CNE la apertura de un expediente informativo para esclarecer lo sucedido y señaló que, de comprobarse que existen, serán puestas en conocimiento de las comunidades para que impongan las sanciones oportunas.
Sebastián insistió en su opinión de que la factura mensual de la electricidad es beneficiosa para el consumidor, porque le ayuda a controlar sus cuentas, y consideró que si las cuotas hipotecarias y la nómina son mensuales, lo razonable es que también lo sea el recibo de la luz.
