Junta, sindicatos y empresarios ya tienen la hoja de ruta para negociar el VII Acuerdo de Concertación, que buscará paliar los efectos de la crisis y cambiar el modelo económico. UGT y CCOO quieren cerrarlo antes del verano pero la patronal lo ve difícil. Las partes tienen "voluntad" pero las posturas aún están alejadas.
"La Concertación no es el milagro que todo lo cura, pero es un instrumento válido, que en crisis cobra más valor". No sólo fue el secretario general de CCOO, Francisco Carbonero, quien reivindicó la utilidad de esta herramienta de consenso inaugurada en 1993, precisamente en época de vacas flacas. También los empresarios y la Junta coincidieron en ello. Las tres partes dieron el pistoletazo de salida ayer a la negociación al más alto nivel del VII Acuerdo con un documento de bases -se ha tardado un mes y medio en parir la hoja de ruta- con el que empezar a pelear. Hay "voluntad" de sobra -dijeron- para sellar un pacto cuanto antes, pero la crisis divide aún más las demandas de cada uno.
Los sindicatos urgen a cerrar el acuerdo antes del verano -manejaban la fecha del 15 de julio- pero la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) lo ve "complicado". No cree que sea posible lograrlo antes de septiembre u octubre. La Junta insiste: "Estará cuando esté. Si es antes mejor", sentenció la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo.
El texto entregado ayer a los agentes socioeconómicos tiene una estructura distinta por la crisis. En un primer bloque se aglutinan medidas para reactivar la economía y de apoyo a las empresas -se irán aplicando conforme se pacten- y la segunda parte pretende cambios estructurales en el modelo productivo. Ahí se vislumbrará el proyecto Andalucía Sostenible, la apuesta de Zapatero para dar un giro a la economía desde Andalucía. Ese programa, cuyas bases entregó ayer el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, a sindicatos y empresarios, se nutrirá con medidas de la Concertación. La iniciativa traerá nuevos recursos estatales.
Empresarios y sindicatos dejaron claro que sus prioridades son distintas. Para Carbonero y el secretario general de UGT, Manuel Pastrana -que reapareció ayer después de estar convaleciente- los ejes del VII Acuerdo deben ser el empleo, las ayudas activas a parados e impulsar las políticas sociales fijadas en el Estatuto. "No puede haber ningún andaluz que no tenga medios económicos para vivir", señaló Pastrana. Ambos plantearon que los planes de la Junta de ayuda a parados (Proteja y Memta) deben ampliarse pero corrigiendo "déficits" como los "retrasos" en los pagos por culpa del papeleo.
La patronal, en cambio, puso el acento en la necesidad de socorrer a empresas viables que están cayendo por la falta de liquidez. El secretario general de la CEA, Antonio Carrillo -el presidente, Santiago Herrero salió de viaje justo después de la reunión- apostó por seguir "preservando" sectores tradicionales como el ladrillo o el turismo aunque se dé paso a otros nuevos. "Son insustituibles", remarcó. Los empresarios lograrán incluir en el documento de negociación la reforma de la administración para eliminar trámites burocráticos.
Entre la Junta y sindicatos hubo sintonía -afirmó Martínez Aguayo- en pensar que un sector financiero "con músculo" puede facilitar el vuelco en el modelo económico. Todavía es pronto para saber el dinero que supondrá el VII Acuerdo, pero la consejera aseguró que una parte "relevante" del presupuesto de la Junta para 2010 se pondrá al servicio de la Concertación. ¿La crisis obligará al Gobierno a modificar las previsiones económicas de Andalucía para 2009? Martínez Aguayo dijo que iba a hacerlo después de que el Gobierno revisara las suyas, pero ayer no lo consideró "una prioridad". Lo importante -dijo- es "gastar energía en la Concertación".
