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La búsqueda del cuerpo de Marta en el vertedero 'roza' la zona sensible

La búsqueda del cuerpo de Marta en el vertedero avanza más rápida de lo que se esperaba, pues ya se está "rozando" la zona sensible. Ayer sábado, ya se apartaron bolsas de basura cerradas para ser examinadas por si en las mismas hubiera algún objeto de la joven. El dispositivo se reanudará mañana tras descansar hoy.

el 16 sep 2009 / 00:17 h.

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C.Rengel/R.Velis

La búsqueda del cuerpo de Marta en el vertedero avanza más rápida de lo que se esperaba, pues ya se está "rozando" la zona sensible. Ayer sábado, ya se apartaron bolsas de basura cerradas para ser examinadas por si en las mismas hubiera algún objeto de la joven. El dispositivo se reanudará mañana tras descansar hoy.

En sólo dos días las máquinas excavadoras han conseguido quitar las capas de arena y restos bajo los que puede estar sepultado el cadáver de Marta del Castillo. Las labores de búsqueda en el vertedero de Montemarta-Cónica, situado en el término de Alcalá de Guadaíra y en el que acaba toda la basura de Sevilla y varios municipios, van mucho más rápidas de lo inicialmente previsto y ayer sábado ya estaba "rozando" la denominada zona sensible, en la que se localiza la basura que se recogió el 24 de enero.

El montículo en el que se está trabajando desde el viernes tiene una extensión de media hectárea y hasta llegar al lugar donde podría estar el cuerpo hay unos diez ó 20 metros, en los que se acumulan unas 45.000 toneladas de basura, producto de los 18 días posteriores al 24 de enero en los que se continúo vertiendo restos en esa zona, hasta que ésta se dio por sellada. Por eso, los cálculos iniciales de los técnicos de la empresa privada que se está haciendo cargo del rastreo en el vertedero, Tecner, eran de tres días hasta llegar a la zona sensible.

Sin embargo, los trabajos van "más rápido de lo previsto", según fuentes de la Delegación del Gobierno de Andalucía, hasta el punto de que ayer ya se estaban apartando las bolsas cerradas que iban apareciendo, así como cajas y otros envoltorios, para poder examinarlos con meticulosidad y comprobar si en su interior almacenan algún objeto personal de la joven, que pueda confirmar que su cuerpo está allí, tras haber sido tirado a un contenedor, tal y como dijo Miguel Carcaño.

De hecho, la proximidad a los restos entre los que podía estar Marta obliga ya a trabajar con métodos muchos más delicados, por lo que ayer ya se pudo ver a varios operarios con varillas que iban introduciendo en el montón de basura. Una vez que se supere por completo esta primera fase de retirada de las primeras capas, ya podrá intervenir la Policía Científica y la Judicial que se encargarán de buscar minuciosamente entre los restos de basura que se vayan extrayendo del cerro y que se irán apartando a una zona limpia para su rastreo. Mientras tanto, la actividad normal del vertedero continúa, ya que la basura que se está recogiendo de Sevilla y su provincia se está depositando en otra zona distinta.

Por otro lado, la Policía está a la espera de que lleguen los resultados de los análisis practicados a los contenedores de la calle León XIII, esquina con Jorge Montemayor, que fueron requisados por los investigadores tras conocerse la nueva versión que Miguel ofreció al juez del caso, Francisco de Asís Molina, la noche del martes.

Por el momento, se han localizado rastros de sangre, aunque aún no se puede concretar si se corresponde con la de Marta hasta que las pruebas halladas terminen de macerar en los productos reactivos. Lo mismo ocurre con los resultados del análisis de la navaja con la que supuestamente Miguel y El Cuco amenazaron a Marta, aunque por ahora no se ha localizado ningún resto en la misma. Los investigadores ya apuntaban que sería difícil localizar algún rastro, pues ha estado más de mes y medio inmersa en fango.

La búsqueda de Marta en el vertedero la ordenó el juez, después de que Miguel le confesara que él y El Cuco la agredieron y la violaron, tras lo que el menor la estrangulo con un cable. Luego se deshicieron del cuerpo trasladándola en silla de ruedas hasta un contenedor de León XIII, donde también tiraron algunos de sus objetos personales. Miguel exculpa ahora a Samuel del crimen.

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