El asunto de las rotaciones está dando mucho que hablar, seguramente demasiado, en este primer tramo de la temporada para un Real Betis que no termina de dar con la tecla de la regularidad y al que se le acumulan los problemas: que si la falta de gol, que si la endeblez defensiva, que si... Lo cierto es que el propio entrenador verdiblanco, Pepe Mel, ha sido quien en gran medida ha puesto en marcha el debate y quien lo sigue alimentando con cada alineación que pone sobre el tapete. Y es que el madrileño cometió, quizás, la imprudencia de dejar muy clarito que su prioridad era la competición liguera, que es la que nos da de comer, dejando la Liga Europa en un segundo plano cuando menos cuestionable si el objetivo de toda la temporada es clasificarse para Europa, ¿cómo defender después que se trata de un objetivo menor?; y, para más inri, diferenció sin que nadie se lo pidiera un once tipo para el torneo doméstico y otro (casi) absolutamente opuesto para el continental, incluyendo el descarte para Europa de dos piezas (Javi Matilla y Javi Chica) que se presumían, y así está siendo, vitales en el esquema liguero.
Para rizar más el rizo, y hacer aun más confuso este puzle, argumentó que su intención con tales decisiones era tener a todo el plantel enchufado y competitivo, pero no parece haberlo conseguido de momento y el mensaje que puedan estar captando algunos de los integrantes de la plantilla es que no cuenta con ellos más que para citas de menor calado... si es que Europa merece tal consideración. Todo lo cual no significa que el preparador bético esté equivocado, que el tiempo dará o quitará razones.
Los datos, en todo caso, son elocuentes. Mel tiene un equipo tipo para la Liga muy definido atrás (Sara y su zaga: Chica, Amaya, Paulao y Nacho; más Matilla en el pivote) y delante (Jorge Molina), mientras que entre medias admite más variantes:Xavi Torres o Nosa acompañando al toledano;Juanfran vs Juan Carlos antes de su lesión y Cedrick vs Vadillo en los extremos; Verdú vs Salva Sevilla en la mediapunta.
La mayoría de los citados, y especialmente el septeto de intocables, no juegan nada o de forma testimonial en la Liga Europa: Chica y Matilla, ya está dicho, ni siquiera están inscritos; Sara, Nacho y Paulao todavía no han debutado; Molina ha jugado cinco minutos y Amaya doce... En el lado opuesto, en el llamado equipo B o europeo, está obviamente el reverso de la moneda, esto es, una serie de jugadores que son fijos en el continente y que apenas aparecen en el campeonato nacional. Es el caso del meta Andersen (un partido de titular en Liga) y de toda su zaga: Steinhöfer (nada), Perquis (dos), Jordi Figueras (uno) y Dídac (uno).
Lorenzo Reyes (tres partidos en Liga, pero sólo uno de titular) es el recambio europeo de Matilla, mientras que arriba se alternan Chuli y Braian Rodríguez (tres partidos de Liga cada uno, pero sólo una vez de salida el onubense).
Como queda expuesto, la realidad es menos radical en el centro del campo, donde Mel parece tener más dudas. De hecho, tres de los cuatro jugadores que han intervenido en nueve de los diez encuentros son el cerebro Verdú y los extremos Juanfran y Cedrick, este último además habiendo jugado completos los partidos ante Olympique Lyon y Rijeka.
