Cultura

La caducidad del arte y el cine de Herzog, a debate

La editorial Metropolisiana ha nacido con fuerza. A sus recientes novedades poéticas se suman ahora dos originales ensayos que buscan abrir un hueco a la nueva empresa en el mercado literario.

el 15 sep 2009 / 02:42 h.

La editorial Metropolisiana ha nacido con fuerza. A sus recientes novedades poéticas se suman ahora dos originales ensayos que buscan abrir un hueco a la nueva empresa en el mercado literario. El arte inútil, de Manuel Gregorio González, y Un cine febril, de Alfonso Crespo, configuran dos interesantes formas de entender la estética y la modernidad.

"He tratado de comprender por qué la historia del arte está llena de oscuridades y a la vez, de conocer cuál es la razón por la que ciertas obras y pensamientos pasan de moda", explicó ayer Manuel Gregorio González. Su ensayo, El arte inútil, es una colección de 30 breves semblanzas, del Marqués de Sade al Greco, de Lovecraft a Gaudí, de Arcimboldo a Chillida... "Una parte de cualquier hecho artístico, por estar ligada al contexto político, cultural o religioso de la época, queda muerta y caduca con el paso del tiempo", aseguró.

En este sentido, el ensayista y crítico, opinó que ciertas manifestaciones del arte contemporáneo "quedarán igualmente caducas" con el tiempo, porque recurren a la alegoría y a mensajes "ajenos" al hecho artístico, como ocurría en el siglo XVIII y XIX. "Este arte reivindicativo que se hace hoy en día no tiene valor estético alguno en muchos casos.

En él sólo existe el deseo de epatar al espectador y bajo esta premisa se llevan a cabo obras demasiado provisionales", abundó.

Mucho más concreto es el libro de Alfonso Crespo, centrado en un único protagonista, el director Werner Herzog, y en una sola película de su filmografía, El enigma de Kaspar Hauser. Nacido como un trabajo académico, Un cine febril ha sido, finalmente, "limpiado de cualquier dato superfluo". Según el autor, la historia del cine no sigue un "proceso evolutivo" sino que se estructura por etapas en las que existe una cámara que registra con "apatía" la realidad y unos seres humanos que "elevan modelos de pensamiento y representación".

Asimismo, Crespo afirmó que, a la hora de aproximarnos al cine, debemos abandonar conceptos o etiquetas como "ficción" o "documental". Así, apuntó que Herzog, con sus películas "dinamita" estos conceptos, "haciendo que se produzca entre el espectador y la cámara una relación natural", manifestó. Para el autor, Herzog, cuya obra ha sido editada en España con profusión desde hace años, es un "visionario" que lleva sus obras al límite de las posibilidades "expresivas" y también "morales".

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